Sin embargo, de 2010 a 2016, Europa oriental y Asia central siguieron siendo las únicas regiones en las que las nuevas infecciones por VIH y las muertes vinculadas con el sida van en aumento.
Las muertes a nivel mundial relacionadas con el sida casi se redujeron a la mitad durante los últimos 10 años y las nuevas infecciones por VIH bajaron, aunque no lo suficientemente rápido.
Pero de 2010 a 2016, Europa oriental y Asia central siguieron siendo las únicas regiones del mundo en las que las nuevas infecciones por VIH y las muertes vinculadas con el sida van en aumento, advirtió hoy el Programa Conjunto de la ONU sobre VIH/Sida (Onusida).
En el informe más reciente sobre los esfuerzos globales para combatir el VIH/Sida publicado hoy, Onusida dijo que a pesar del gran avance logrado en el combate al VIH/Sida en todo el mundo desde 2005, Europa oriental y Asia central siguieron registrando un alza en las nuevas infecciones por VIH de 120.000 en el 2010 a 190.000 en el 2016, 42% de los cuales se infectaron al inyectarse drogas.
El avance contra el sida ha sido deficiente en Medio Oriente y también en el norte de África, en donde las muertes relacionadas con el sida aumentaron 48% en el mismo periodo.
Poco más de la mitad de las personas con VIH en la región sabían de su situación y menos de la mitad de estos recibía tratamiento para el VIH. Sólo una de cada cinco personas con VIH se encontraba en situación de supresión viral.
La situación en Medio Oriente y el norte de África y en Europa oriental y Asia central es desalentadora, sobre todo dado el hecho de que las muertes relacionadas con el sida casi se redujeron a la mitad desde el 2005 y más de la mitad de todas las personas seropositivas del mundo tienen acceso al tratamiento para el VIH.
En el 2016, 19,5 millones de los 36,7 millones de personas con VIH tuvieron acceso al tratamiento y las muertes relacionadas con el sida bajaron de 1,9 millones en 2005 a un millón en 2016, se indicó en el informe.
Por otra parte, en un informe también dado a conocer hoy, la Organización Mundial de la Salud (OMS) hizo sonar la alarma con respecto a otro problema: la creciente tendencia de resistencia a los medicamentos para el VIH.
El informe señala que en seis de 11 países estudiados en África, Asia y América Latina, más de 10% de las personas que iniciaron la terapia antirretroviral tenían una cepa de VIH resistente a algunos de los medicamentos más ampliamente usados para el VIH.
La resistencia a los medicamentos para el VIH se desarrolla cuando las personas no se apegan al plan de tratamiento prescrito, con frecuencia debido a que no tienen un acceso continuo al tratamiento y a la atención de calidad contra el VIH.
Esta resistencia a los medicamentos podría conducir al fracaso de la terapia y también podría transmitir a otras personas virus resistentes.
"La resistencia a los medicamentos antimicrobianos es un desafío creciente para la salud global y el desarrollo sostenible", dijo el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus. "Necesitamos abordar de forma activa los niveles crecientes de resistencia a los medicamentos para el VIH para poder alcanzar el objetivo global de acabar con el sida para el 2030".