Las nuevas infecciones de VIH registraron un aumento de más del 29% en Europa del Este y Asia Central y del 7% en América Latina.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) lamentó desde Ciudad de México que la respuesta para combatir el VIH en Latinoamérica se encuentra en un proceso de estancamiento debido a la lenta implementación de la profilaxis pre-exposición (PrEP, por siglas en inglés) en la mayoría de los países de la región.
La PrEP es un tratamiento preventivo a través del cual una persona toma medicamentos cada día para reducir las probabilidades de contraer el VIH (virus de la inmunodeficiencia humana).
"Hemos llegado a una fase crítica porque por un lado hay una perspectiva de eliminación, pero por el otro hay brechas que no se han podido cerrar", expuso el jefe de la unidad de VIH, hepatitis, tuberculosis e infecciones sexualmente transmisibles de la OPS, Massimo Ghidinelli.
Dijo que si bien se sabe que la profilaxis tiene beneficios para evitar nuevos contagios, en América Latina no se está aprovechando, además de que se continúa con un diagnóstico tardío, lo que compromete la vida de las personas, que mueren dentro de los primeros seis meses después del diagnóstico.
En el tercer y penúltimo día de la Décima Conferencia Mundial Científica sobre VIH (IAS 2019), una cumbre que reúne a científicos y especialistas en el tema de 140 países, el funcionario de la OPS habló sobre el panorama de esta epidemia en la región de América Latina y el Caribe, destacando la necesidad de aumentar la prevención y el tratamiento.
Por ese motivo, hizo un llamado para seguir trabajando en la prevención, tratamiento y eliminación del VIH/SIDA.
"Esta región por muchos años se mantuvo como la primera a nivel mundial en la cobertura de tratamientos antirretrovirales y, aunque sigue aumentado el número de personas que se suman a estas terapias, ahora es la región de África Subsahariana la que ocupa el primer lugar", apuntó.
Ghidinelli consideró urgente no dejar de lado los esfuerzos y las inversiones.
En su participación expuso datos "preocupantes", al señalar que "las nuevas infecciones han aumentado un 7 % con respecto al 2010 y uno de cada tres casos son jóvenes de 15 a 24 años, es decir poblaciones muy jóvenes. Además, dos de cada tres de las nuevas infecciones ocurren en poblaciones clave, es decir que la epidemia crece en poblaciones definidas, lo que nos dice que la respuesta no está siendo dirigida de manera suficiente".
De acuerdo con la información de ONUSIDA, el VIH continúa siendo uno de los mayores problemas para la salud pública mundial y se ha cobrado ya más de 35 millones de vidas. En 2016, un millón de personas falleció en el mundo por causas relacionadas con este virus.
Las nuevas infecciones de VIH registraron un aumento de más del 29% en Europa del Este y Asia Central, del 10% en Oriente Medio y África del Norte y del 7% en América Latina.
Las poblaciones de alto riesgo, como los hombres que tienen sexo con hombres, los transexuales y las trabajadoras sexuales, al igual que sus parejas sexuales, ahora representan hasta el 54% de las nuevas infecciones en el mundo, pero menos del 50% son tratadas con el abanico de métodos de prevención que, combinados, pueden evitar la infección.
La Sociedad Internacional de Sida reúne a más de 6.000 científicos, clínicos, expertos en salud pública y líderes comunitarios de todo el mundo para examinar los últimos hallazgos de la investigación en VIH y explorar cómo aplicar e implementar de manera realista ese conocimiento con vistas a eliminar la epidemia.
En la serie de ponencias realizadas en éstos días se presentaron diversas alternativas para evitar el contagio de VIH, entre ellos, un implante sobre la piel, del tamaño de un cerillo, lo que podría convertirlo en una alternativa a la pastilla diaria o a la profilaxis previa a la exposición.