La firma de correduría atribuyó su salida a los costos asociados a la cotización en el mercado y otras firmas han dado diferentes razones para dejarla.
Ciudad de México. La correduría mexicana Monex se ha convertido en la más reciente de una serie de empresas en dejar el mercado accionario del país, lo que subraya las dificultades de la bolsa para atraer ofertas iniciales y frenar un éxodo reciente.
Monex atribuyó la salida de la Bolsa Mexicana de Valores, que los accionistas aprobaron el martes, a los costos asociados a la cotización en el mercado y otras firmas han dado diferentes razones para dejarla.
"Sólo la subimos a la bolsa como una señal de cosas que hacíamos internamente. No estaba siendo un mecanismo de financiamiento para nosotros", dijo a Reuters el director general de Monex, Mauricio Naranjo.
El anuncio sigue al de otras emisoras como el minorista Grupo Sanborns, en julio, y de la aerolínea mexicana Aeroméxico, en junio, tras un proceso de reestructuración con el que aspira regresar al mercado bursátil, pero al de Nueva York.
Aunque cada una de las firmas dio sus razones para salir, analistas lo atribuyen a que se debe a un mercado debilitado.
"Creo que las compañías se están deslistando porque las valuaciones son sumamente bajas y cuentan con los recursos para aprovecharlas", dijo Valentín Mendoza, analista de la gestora de activos Actinver.
El índice de referencia S&P/BMV IPC tiene un ratio precio/beneficio promedio del 10%, según datos de Refinitiv, mientras que el S&P 500 cotiza a 20 veces las ganancias. El ratio de Brasil es del 6.13, lo que podrían indicar que parte del déficit en la valoración podría ser regional y no exclusivo de México.
Unas 10 empresas, incluido el fabricante de productos lácteos Grupo Lala y el productor de papel Bio Pappel, han salido de la BMV o anunciado planes para hacerlo en el último año, y la bolsa no logra atraer una nueva incorporación desde 2017.
UNA "PERSPECTIVA NO HALAGÜEÑA"
El volumen promedio diario de operaciones de la bolsa en el segundo trimestre fue de 19.200 millones de pesos mexicanos (US$ 961.06 millones), casi una sexta parte del de la bolsa brasileña B3, que cuyo promedio fue de 28.800 millones de reales (US$ 5.640 millones) en el mismo periodo.
La lenta recuperación económica de México tras el impacto inicial del coronavirus es parcialmente culpable de la debilidad del mercado, y da una "perspectiva no halagüeña" a las empresas, dijo Carlos Fritsch, director de la firma mexicana de análisis Prognosis.
La economía local se ha mantenido esencialmente plana desde 2019, según datos del Banco Mundial, quedando por detrás incluso de Brasil, que creció un 1,2% desde entonces y en comparación con el 2,2% de Estados Unidos.
El presidente Andrés Manuel López Obrador también ha generado preocupaciones entre los inversionistas al defender un mayor control estatal sobre algunos sectores, añadió Fritsch. "Hay la percepción de que no es amigable para la inversión", opinó Fritsch.
"Es una bolsa sin mucha operación (la mexicana). Se han concentrado en simplemente unas 10 empresas que seguramente calculan que su negocio vale mucho más que lo fijado en el mercado", dijo Raúl Feliz, profesor asociado del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) de México, quien ve probable más abandonos de la BMV.
La capitalización bursátil de México en 2021 representaba el 35,64% del Producto Interno Bruto del país, en un momento en que la de Brasil representaba el 50,99% en el mismo periodo. Las bolsas estadounidenses NASDAQ y NYSE representaban en conjunto el 221% de su PIB en 2021, según datos de la Federación Mundial de Bolsas y del Banco Mundial.
"Es un círculo vicioso", dijo Fitsch, explicando que el pequeño mercado mexicano carece de la "masa crítica" con la que cuentan los de Brasil y Estados Unidos.