Este modelo de trabajo les permite a las empresas atender aspectos no relacionados con la actividad principal del negocio.
El outsourcing, o tercerización, se ha vuelto una opción de contratación para las PyMEs cuyos recursos tienden a ser limitados, por lo que apuestan a métodos flexibles de trabajo, externalizando servicios, lo que les ayuda a atender aspectos no relacionados con la actividad principal del negocio.
“Por un lado, implica un beneficio para el patrón, pues se reduce su carga tributaria. Por otro, la empresa de outsourcing es responsable de todo el proceso administrativo del empleado; en este caso, de haber algún cambio en los contratos del trabajador, el patrón no puede asumir una postura al respecto”, explica el Ingeniero José Guadalupe Esparza, franquiciatario de Microsip.
En México, son cada vez más las empresas que utilizan estos servicios, los cuales deben cumplir con todas las obligaciones fiscales para evitar afectaciones al trabajador. Entre enero y noviembre de 2017, la subcontratación laboral creció 5.4 por ciento, mientras que un año antes fue de 0.9 por ciento, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Se prevé que para este año, 2018, la industria de la subcontratación incremente 7 por ciento.
A mediados de 2017, quienes contrataron servicios de outsourcing debían fungir como el SAT e IMSS, toda vez que las empresas de subcontratación de personal debían entregar a los contratantes, comprobantes de pago de nómina y de pago de cuotas de IMSS, y declaraciones de retención de impuestos.
Asimismo, se estableció que la nómina se volvería un complemento del CFDI, el cual debe expedirse a toda persona que trabaje en un sistema de nómina. Con esto, las compañías de tercerización están obligadas a tener en nómina al personal que laborará para otras organizaciones.
“Todas las empresas outsourcing deben poner en nómina a sus trabajadores, lo que hace menos atractivo este modelo pues deben cobrar extra a las compañías que solicitan personal para que puedan cubrir los gastos fiscales que incluyen, entre otras cosas: nómina, Infonavit, seguro social, etc. Es una responsabilidad que pueden ahorrarse las empresas pero prefieren no tener responsabilidades patronales y subcontratar personal”, comenta el Ing. Esparza.
A principios de 2018, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) dio a conocer los nuevos pormenores para utilizar el aplicativo de la subcontratación para que los contratantes estén al corriente en sus obligaciones respecto al ISR e IVA.
Con este esquema se espera beneficiar alrededor de 30 mil empresas y fortalecer el control ante posibles abusos de parte de las compañías de outsourcing, de acuerdo con el SAT, además de facilitar el cumplimiento de las obligaciones de los contribuyentes para evitar prácticas de evasión fiscal a través de la subcontratación laboral.
Elegir el modelo de subcontrataciones permite a las empresas enfocarse en las funciones centrales del negocio y delegar determinadas tareas a una firma externa especializada. Generalmente, se recomienda recurrir a un modelo de outsourcing cuando se busca cubrir un área secundaria de la empresa, como: servicios de logística, comerciales, financieros, etc.
Un esquema de subcontratación bien planeado permite: reducir costos, tener más recursos humanos y mejorar la productividad de la empresa que contrata, además de enfocar esfuerzos en aspectos clave para ser más competitiva.