El tratamiento puede usarse para combatir, detener y aliviar los síntomas de múltiples dolencias y enfermedades de alta incidencia.

La ozonoterapia es una terapia biológica y natural que se aplica con diferentes técnicas al cuerpo humano. Implica una mezcla de ozono con oxígeno que busca estimular las defensas antioxidantes de las personas, eliminando los radicales libres, hongos, virus, bacterias. Además, estimula el sistema inmunológico y la regeneración de los tejidos. Tiene un alto poder activador circulatorio, es analgésico y antiinflamatorio.

Isis Alvarado, médico especialista en ozonoterapia, medicina biorreguladora y ortomolecular de Clínica Corpórea, recuerda que la técnica data de mediados del siglo XIX: "Sus primeros usos medicinales fueron para el tratamiento de heridas. En adelante, solo se usó en curaciones, hasta que hace unos 20 años y luego de investigaciones realizadas en Italia y Cuba, comenzó a utilizarse con diversos fines medicinales, creándose las maquinarias y los dispositivos para hacerlo de una manera sistémica”.

El uso de esta técnica beneficia la oxidación de las toxinas, lo que facilita su excreción. Normaliza las hormonas y enzimas. Reduce la inflamación, los dolores musculares, además de calmar los nervios. Mejora la función cerebral y la memoria. Es efectiva disminuyendo los radicales libres. Estimula la producción de células blancas en la sangre. Aumenta la flexibilidad y la elasticidad de las células rojas de la sangre. Reducir dolores por problemas de artrosis en las rodillas y se ha visto sus beneficios para disminuir la celulitis y las estrías.

El tratamiento de ozonoterapia puede usarse para combatir enfermedades inmunológicas, inflamatorias, heridas de disco, traumatismo, heridas infectadas, tendones rotos, articulaciones dañadas, para tratar el cáncer (no lo cura, pero podría detener su avance), artritis, artrosis, soriasis, lupus, diabetes y enfermedades del sistema circulatorio porque baja la inflamación de los vasos sanguíneos.

La médico especialista asegura que "cantidades pequeñas de ozono aplicado en forma de una ‘autohemoterapia mayor’ (como tratamiento extracorporal de la sangre) activan los propios antioxidantes y sustancias para capturar los radicales del organismo. Así se entiende el uso de la ozonoterapia en las inflamaciones crónicas, pero también en la prevención a través de un estrés oxidativo direccionado y muy moderado”. 

El procedimiento puede ser a través de sueros que van a la vena o infiltrado directamente. “Existen distintas vías de aplicación de acuerdo a la patología a tratar, y el número de sesiones  depende también de lo que necesitamos obtener. Las terapias son en ciclos de 10, 15 o 20 sesiones”, señala Isis Alvarado. Existe otra terapia, llamada “autoemoterapia mayor”, en la que se extrae la sangre con un circuito alemán, se ozoniza y se vuelve a introducir por la misma vena. Esto se utiliza principalmente para enfermedades inmunológicas e inflamatorias sistémicas.

La especialista también se refirió a las contraindicaciones. “Las personas que usan anticoagulantes no lo pueden usar. Si alguna mujer esta menstruando, se suspende la sesión. Las personas con fabismo, alérgicas a las habas y quienes están con tratamiento de megadosis de vitamina C, tampoco deberían someterse a técnicas como este", explica.