Con la compra de Loginsa en Chile y la fusión con Transportes Centroamericanos del Futuro, la firma de logística quiere estar presente en cada etapa de la cadena comercial. Sus planes para crecer apuntan a más países y a una fuerte digitalización de los procesos para llegar a duplicar su presencia regional.
Reinvención constante es lo que define a Ransa. Nacida hace 85 años, como Reprensa Algodonera Nacional, la firma del conglomerado peruano Grupo Romero atraviesa un quinquenio bastante intenso.
En el 2021, la compañía anunció el ingreso del grupo estadounidense HIG como accionista mayoritario. La familia fundadora de Ransa mantuvo una pequeña participación y también una presencia fuerte de sus accionistas colombianos. Luego, en el 2023, la compañía realizó una integración adicional con la firma centroamericana Transportes Centroamericanos del Futuro (TCF), que les ha permitido ampliar sus servicios “desde el cliente al puerto y desde el puerto al cliente”. Y la compra de Loginsa les dejó ingresar a nuevas geografías.
Estas adquisiciones hicieron posible que la multinacional llegue hoy a 12 países en Latinoamérica: México, Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Colombia, Ecuador, Bolivia, Perú y Chile. Pero su ambición está lejos de quedarse estática. Y así lo anticipa Paolo Sacchi, CEO de Ransa desde el 2017, a AméricaEconomía.
-¿Cómo toma Ransa la llegada de sus 85 años?
Ransa es una empresa logística que nació en 1939 y lo que buscamos, desde los inicios de esta compañía, es una constante reinvención. En los últimos seis años, tengo que decir que hemos sido vendidos, hemos comprado y hemos sido integrados. Hemos pasado por todos los estadios de cualquier proceso de M&A. Hoy, nos hemos convertido en una empresa logística que opera en 12 países, tenemos más de 4,000 clientes y sobre 9,000 personas trabajando en diferentes áreas de la cadena de suministro. Ya sea en almacenes, transporte, logística o distribución, además de varios puertos y en varios otros espacios.
- ¿Cómo cambiaron la logística y Ransa tras la pandemia del Covid-19?
La pandemia, si queremos verlo como un hito en el tiempo, fue un factor coyuntural que nos ayudó a una transformación muy grande. Lo que sucedió con el Covid-19 es que tuvimos que automatizar muchos de los procesos que teníamos para operar en ese momento. Nos puso mucho estrés a las operaciones porque, obviamente, aun cuando se paralizó el mundo, la logística nunca dejó de operar. La pandemia nos ayudó a que hoy tengamos protocolos para crisis o para manejos de operaciones mucho más ágiles, mucho más aplicables a la realidad y al contexto global de cambios que debemos tener.
- ¿Cómo ha incorporado Ransa herramientas de tecnología, y específicamente de inteligencia artificial, en las distintas etapas de la cadena logística?
La inteligencia artificial nos ayuda a hacer más rápida la experiencia digital que le estamos dando a nuestros clientes y la capacidad que tenemos hoy para procesar la mayor cantidad de información. Estamos implementando sistemas de gestión de transporte y, a través de un aplicativo que llamamos R360, consolidamos toda la información para que el cliente pueda tenerla en línea. Toda esa información, después la podemos volcar a un data lake y analizarla. Esta data y los modelos nos ayudan a tomar las mejores decisiones. Y también ayudan a los clientes a ser más eficientes, a brindarle un mejor servicio a sus consumidores.
-¿Cuáles han sido las inversiones de Ransa en esa tecnología y en capacitación de su recurso humano?
Existe una alta inversión en la tecnología que retorna muy rápidamente, cuando podemos ganar más clientes o integrar los procesos de nuestros clientes en las diferentes geografías. Ransa ha adquirido una escala a nivel internacional y regional, con unas ventas por encima de los US$500 millones anuales. Tenemos un objetivo de seguir creciendo al 100%, por lo que, en los últimos tres años hemos invertido más de US$40 millones en tecnología y expansión de nuestras operaciones logísticas para poder seguir brindándole a nuestros clientes la tecnología y la capacidad para poderse desarrollar.
-Respecto a las adquisiciones, ¿cuáles serían los próximos pasos?
Tenemos el objetivo de ser la mayor plataforma logística latinoamericana. Buscamos alcanzar ventas de US$700 millones y seguir integrando países y, a la vez, seguir creciendo en los países donde estamos. Cuando hablamos de integrar países, creemos que tenemos todavía una gran oportunidad para crecer orgánicamente en algunos países de Centroamérica y en nuestros principales mercados que, hoy, son El Salvador, Perú y Colombia. Y obviamente [podemos] entrar en algunas geografías donde tenemos una ventaja competitiva o donde algún cliente necesite un servicio que nosotros le podemos brindar ahí, como Panamá o República Dominicana.
- ¿El negocio de los centros de distribución también se abre como un nicho a explorar?
Tenemos 92 centros de distribución a lo largo de todos los países donde operamos y lo que vemos es la capacidad que tenemos para brindarle a nuestros clientes una distribución mucho más capilar, que va más allá de las ciudades grandes. En Colombia, por ejemplo, tenemos Pereira. Es una ciudad pequeña, pero que también busca mejorar y llegar a [ser] ese tipo de ciudades. En Bolivia, también estamos en tres ciudades. Creo que ahí es donde la red Ransa y la plataforma logística que tenemos puede beneficiar mucho a nuestros clientes y también, obviamente, a las personas que viven en los diferentes países, ya sean retailers de alimentos o de electrodomésticos.
- ¿Qué énfasis le darán a los nuevos mercados a los que están llegando respecto a la operación general?
Perú es una parte importante del negocio. Está entre el 40% y el 45% de las ventas. Y el resto se divide entre Colombia y El Salvador, que son los siguientes más grandes, clientes una gama de servicios que tiene ese país y llevarlos a otras geografías, como es el negocio de Farma. Entonces, lo que hacemos es un cross-sell muy importante cuando hacemos estas adquisiciones o cuando hacemos este negocio. Como en el caso de TCF, en el tema de transporte de contenedores, que lo teníamos en Centroamérica y, ahora, lo estamos expandiendo a Perú y a otros países de la región.
- Y, respecto de la última milla, ¿qué mercado se ve más atractivo? ¿Quizás Chile sobre Perú?
El mercado chileno de última milla es muy importante. Ahí es donde tenemos nuestras operaciones más grandes. Han trabajado muy bien con algunos clientes y, con la tecnología que tienen, seguramente podremos expandir eso a alguna otra región. Lo que pasa es que la última milla tiene dos aspectos. Uno es nuestro cliente y, después, está el cliente de nuestro cliente, que se convierte en el consumidor. Se necesita muy buena infraestructura vial para llegar del cliente al consumidor y la última milla, como hoy la estamos viendo, va a tomar mucha relevancia en Latinoamérica. Pero todavía deberá crecer el ingreso per cápita de la población para poder hacer esas compras y asumir el costo del delivery. También hay un tema de confianza del proveedor y del manejo del dinero, porque estamos pagando por un bien que todavía no se ha recibido. Esa mentalidad en Latinoamérica tiene que cambiar.
- ¿Cómo ven a los actores internacionales de última milla y fulfillment, como Mercado Libre o el mismo Amazon?
Lo que hace un Amazon, Mercado Libre o PedidosYa, cualquiera de ellos, es ayudar al desarrollo del negocio logístico en el cual estamos. Si crece el negocio logístico y crecen estos jugadores, crecemos nosotros también […] y podemos perfectamente lograr acuerdos con algunos de ellos, alianzas para brindarles el servicio. Entonces, yo lo veo más como una oportunidad que como una amenaza.
-¿Cómo se ha preparado Ransa para cuando empiece a operar el Puerto de Chancay, que va a ser un hub portuario clave tanto para el Perú como para Sudamérica?
El Puerto de Chancay, más que en la logística peruana, va a ser un cambio en la logística de manejo de contenedores de las líneas navieras a nivel regional. Todavía, lamentablemente, falta implementar mucha infraestructura. No del puerto, pero sí de la parte logística, donde obviamente nosotros estamos evaluando oportunidades de cómo seguir atendiendo a nuestros clientes en los temas extraportuarios y en el transporte hacia y desde Chancay.
- ¿Qué previsiones tiene Ransa para el comercio latinoamericano y global en este año?
El comercio está en constante crecimiento. Podemos tener algunas disrupciones, como estamos teniendo con el Canal de Panamá y el Canal de Suez, pero creo que eso no va a frenar el crecimiento del comercio internacional. Obviamente América Latina es un exportador de materias primas y un importador de bienes de consumo, ya sea de China o de otros países. El 2024 es un mejor año para Latinoamérica que el 2023, donde muchos países no tuvieron el crecimiento que esperaban. Podemos ver un crecimiento bastante razonable, de entre el 2% y el 3% del comercio internacional, sin ninguna duda.