"Tratamientos cada vez más sofisticados y costosos están disponibles para segmentos cada vez más limitados y privilegiados de la población", dijo Francisco en un discurso ante una conferencia de miembros europeos de la Asociación Médica Mundial.
El Papa Francisco condenó la desigualdad en el cuidado de la salud, particularmente en los países ricos, y señaló que los Gobiernos tienen el deber de proteger a todos los ciudadanos.
"Tratamientos cada vez más sofisticados y costosos están disponibles para segmentos cada vez más limitados y privilegiados de la población", dijo Francisco en un discurso ante una conferencia de miembros europeos de la Asociación Médica Mundial.
"Esto genera preguntas sobre la sostenibilidad de la asistencia médica y sobre lo que podría calificarse como una tendencia sistémica hacia una creciente desigualdad en el cuidado de la salud", agregó.
La tendencia es claramente evidente al comparar la cobertura de salud entre países y continentes, dijo el Papa, y agregó que esto también era visible dentro de los países más ricos, "donde el acceso al cuidado de la salud corre riesgos de depender más de los recursos económicos de los individuos que de su necesidad real de tratamiento".
Francisco no mencionó a ningún país. La asistencia médica es un tema candente en la actualidad en Estados Unidos, donde el presidente Donald Trump prometió poner fin al programa sanitario introducido por su predecesor, Barack Obama, que apuntaba a facilitar el acceso a un seguro de salud a los ciudadanos de menores ingresos.
El Papa dijo que "el estado no puede renunciar a su deber de proteger a todos los involucrados, defendiendo la igualdad fundamental por la que todos son reconocidos bajo la ley como seres humanos que viven con otros en sociedad".
Francisco agregó que la legislación sanitaria necesita "una visión amplia y abarcadora de lo que promueva más eficientemente el bien común en cada situación concreta".