Por César Beltrán es director de Executive Education en Barcelona y director del IESE en Brasil.
El Iese Business School comenzó a impartir los programas Advanced Management Program (AMP) y Program for Mangement Development (PMD) en Brasil en el año 2000 y el Executive MBA hace unos meses. Son más de 10 años en Brasil, muy satisfactorios, en los que hemos aprendido mucho y, más que espectadores, hemos podido ser actores de su historia desde el complicado comienzo del milenio hasta estos últimos años de crecimiento.
Con más de 700 antiguos alumnos en el país, la Agrupación de Antiguos en Brasil pensó que había llegado la hora de organizar aquí la Global Business Summit (GBS) que todos los años reúne a los directivos que han pasado por nuestras aulas y sus colegas y amigos, para tener un espacio de reflexión en el que compartir ideas e ilusiones. Serán los días 1, 2 y 3 de noviembre.
Para la Agrupación de Brasil es una oportunidad de mostrar a los más de 40.000 antiguos alumnos, repartidos por más de 100 países, la realidad de Brasil.
Aunque entender una gran nación con casi 200 millones de habitantes en un espacio de 8 millones de kilómetros cuadrados no es fácil, ni para ellos, y las diferencias regionales son visibles, tanto cultural como económicamente, a todos nos sorprende una unidad de fondo muy fuerte. Unidad que precisamente se afianza
en su diversidad de la que se sienten orgullosos. La verdad que no creo que cuente nada nuevo; aunque parezca vulgar, todos lo hemos visto, si nos gusta el fútbol, reflejado en la torcida brasileña, Mundial tras Mundial.
Es además un país que tuvo la valentía de dejar a un lado la demagogia política cortoplacista para aplicar reformas que lo han preparado para estar muy bien posicionado. Sirvan como botón de muestra: la prohibición de los desequilibrios presupuestarios en las administraciones públicas legislada a finales del siglo XX durante el mandato del presidente Cardoso (ejemplo para las maltrechas arcas de…) o el rigor monetario en los mandatos del presidente Lula (ejemplo para las creatividades de…). Habría que señalar seguro muchas otras luces y sombras, pues siempre queda trecho por recorrer, pero creo que la inclusión en la clase media de más de 30 millones de personas, hace 10 años en peligro de exclusión social, me hacen pensar que, por ahora, “el examen” se está
superando satisfactoriamente.
En este contexto se inscribe el leitmotiv de nuestra reunión en São Paulo: “Charting Paths in a Wider World”. A lo largo de tres días repasaremos desde una perspectiva global: la situación económica mundial; las infraestructuras y nuevos modelos de gestión y financiación; el reto de los grandes acontecimientos que se desarrollarán en Brasil en los próximos años y las oportunidades de refundar sectores enteros, como el de salud, a la sombra de los desarrollos tecnológicos entre otros.
Tener todo a punto supone un gran esfuerzo para nuestra División de antiguos alumnos que afortunadamente cuenta con la maravillosa acogida de las autoridades locales y el mundo empresarial y académico de Brasil. Especial mención, en el ámbito público, para el Gobernador de São Paulo, Geraldo Alckmin; los alcaldes de São Paulo y Rio de Janeiro: Gilberto Kassab y Eduardo Paes; el Gobernador del Banco de México, Agustín Carstens y el Secretario de Salud de São Paulo, Giovanni Cerri, que, entre otros, nos acompañarán a lo largo de las sesiones de la Asamblea.
Empresas y organizaciones como: Itaú, Banco Santader, Organizações Globo, Grupo Estadão, AmBev, Telefónica, Ericsson, Amil, Siemens, Camargo Corrêa, Inversiones Bahía, Abertis, Gas Natural, Grupo Bimbo, Hospital Clínico de Barcelona, estarán presentes por medios de sus altos ejecutivos que se han ofrecido a compartir con nosotros sus ilusiones y nuevos retos.
Desde su origen en 1961, este gran encuentro anual, tiene como gran objetivo ayudar al país anfitrión, a nuestros antiguos alumnos y a los más de 100 países donde residen nuestros egresados a conocerse mejor;Un mejor “conocimiento global” que evite lo que una vez me decía un directivo, cansado de no entender las peculiaridades de un determinado país: “que cada pueblo aguante su folklore…”