Sonia Arza, del Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI), reafirmó que la muerte de dos bebés la semana pasada nada tienen que ver con la aplicación de unas vacunas. 

Abc. La titular del Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI) del Ministerio de Salud, Sonia Arza salió al cruce de una madre que afirmó que su hijo de cuatro meses falleció el 1 de octubre pasado en Asunción como presunta consecuencia de la aplicación de la vacuna pentavalente. El deceso se produjo en el Centro Médico Bautista. El bebé fue vacunado el pasado 27 de setiembre. La doctora manifestó que el bebé tenía problemas neurológicos hace tiempo.

“Yo no voy a discutir. Entendemos el dolor de la familia, lamentamos el fallecimiento, pero el trabajo de investigación lo hicimos desde la doctora que evaluó al niño varón de cuatro meses en el policlínico San Cristóbal (donde fueron primero los padres). Todo está escrito. No diríamos algo sin tener evidencia. Lo llevaron hasta el Bautista. Lo encontraron con un paro respiratorio y con el dato de que llevaba un tiempo en ese estado. Lo pusieron en terapia intensiva e intentaron reanimarlo, pero falleció a las 20:45 del 1 de octubre”, explicó Arza en conversación con radio ABC Cardinal este jueves.

La titular del Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI) del Ministerio de Salud agregó que el informe y los reportes tienen el respaldo de la Organización Panamericana de la Salud.

Otro caso se dio en Cordillera el 30 de setiembre pasado. Allí, una bebé de apenas dos meses de edad fue llevada a un control de rutina, donde se le aplicaron las vacunas correspondientes a su edad, ya que se encontraba saludable. Sin embargo, en horas de la tarde a la niña le aparecieron ronchas y moretones y no paraba de llorar.

Al día siguiente sus padres la llevaron de nuevo al Hospital Regional de Caacupé, donde quedó internada por una supuesta infección generalizada. A la noche fue trasladada de urgencia al Instituto de Medicina Tropical (IMT), en Asunción, donde falleció horas después.

Los papás presumieron que la menor aparentemente tuvo una reacción a alguna de las vacunas que le fueron aplicadas, que fueron las antirrotavirus, IPV 10, pentavalente e IPV.

En este caso, el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social (MSP) afirmó que la niña murió por “una falla de múltiples órganos con aparente origen infeccioso, considerando los hallazgos al examen físico y los antecedentes brindados por los familiares, de fiebre, tos, congestión nasal y diarrea con deposiciones líquidas abundantes”.

Arza salió al cruce de una madre que afirmó que su hijo de cuatro meses falleció el 1 de octubre pasado en Asunción como presunta consecuencia de la aplicación de la vacuna pentavalente. El deceso se produjo en el Centro Médico Bautista. El bebé fue vacunado el pasado 27 de setiembre. La doctora manifestó que el bebé tenía problemas neurológicos hace tiempo.

“Yo no voy a discutir. Entendemos el dolor de la familia, lamentamos el fallecimiento, pero el trabajo de investigación lo hicimos desde la doctora que evaluó al niño varón de cuatro meses en el policlínico San Cristóbal (donde fueron primero los padres). Todo está escrito. No diríamos algo sin tener evidencia. Lo llevaron hasta el Bautista. Lo encontraron con un paro respiratorio y con el dato de que llevaba un tiempo en ese estado. Lo pusieron en terapia intensiva e intentaron reanimarlo, pero falleció a las 20:45 del 1 de octubre”, explicó Arza en conversación con radio ABC Cardinal este jueves.

La titular del Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI) del Ministerio de Salud agregó que el informe y los reportes tienen el respaldo de la Organización Panamericana de la Salud.

Otro caso se dio en Cordillera el 30 de setiembre pasado. Allí, una bebé de apenas dos meses de edad fue llevada a un control de rutina, donde se le aplicaron las vacunas correspondientes a su edad, ya que se encontraba saludable. Sin embargo, en horas de la tarde a la niña le aparecieron ronchas y moretones y no paraba de llorar.

Al día siguiente sus padres la llevaron de nuevo al Hospital Regional de Caacupé, donde quedó internada por una supuesta infección generalizada. A la noche fue trasladada de urgencia al Instituto de Medicina Tropical (IMT), en Asunción, donde falleció horas después.

Los papás presumieron que la menor aparentemente tuvo una reacción a alguna de las vacunas que le fueron aplicadas, que fueron las antirrotavirus, IPV 10, pentavalente e IPV.

En este caso, el MSP afirmó que la niña murió por “una falla de múltiples órganos con aparente origen infeccioso, considerando los hallazgos al examen físico y los antecedentes brindados por los familiares, de fiebre, tos, congestión nasal y diarrea con deposiciones líquidas abundantes”.