Llamada con cierto desdén como "socialité", protagonista de reality shows y uno que otro escandalillo, la multimillonaria heredera centra en un tornamesas todo su futuro.
Con sus 34 años, la heredera de una famosa cadena de hoteles Paris Hilton se pasea por el mundo como DJ. Ya no aparece en los medios faranduleros como protagonista de algún reality o por alguno de sus pasados excesos. Ahora es artista.
Por estos días ha visitado Paraguay y Chile en América del Sur, estimándose que hara otras detenciones por la región. De buena actitud, en su gira latinoamericana se ha mostrado afable y cercana, pero no por eso menos concentrada en su actual rol.
Como ya lo había dicho en Europa, ha repetido por estos lares que le encanta ser una DJ. No por nada en la cuna de la electrónica bailable, Ibiza, ya lleva tres temporadas amenizando fechas importantes.
Se ha tomado tan en serio el tema, que el año pasado fue elegida por los expertos como la Mejor DJ Femenina de Francia. Nada menor. Como su cuenta bancaria que se mueve con dinamismo gracias a la tarea de pinchar discos y apretar botoncitos.
Algunos medios señalan que no gana menos de US$270 mil por sesión. Y el año lo tiene copado, con fechas fuera de Europa como las que efectuó hace poco en América del Sur. Por este lado del mapa Punta del Este es su rincón preferido para pinchar discos.
"La música es una de mis pasiones, me divierte y emociona, y por eso preparo con mucha ilusión la música que mezclaré durante estas sesiones", comenta.
“Amo ser una DJ. Es increíble subir a un escenario y tocar para miles de personas. Lo que más me gusta es ver cómo la cara de todos se ilumina, verlos sonreír y bailar”, subraya.
Y por si no lo han notado, ella lo reitera: "es algo que me tomo muy en serio, sé mucho del tema y ahora la estoy rompiendo en el mundo entero”, cuenta sin ánimo de humildad.
En sus actuaciones siempre comienza diciendo "escuché que les gusta ir de fiesta”, a lo que el público le responde con una cerrada ovación. La ex socialité parece que encontró la hebra de su vida en un tornamesas.