El llamado plan de austeridad ha sido adoptado por 172 votos a favor, 121 en contra y 3 abstenciones, pese a los fuertes rechazos entre la ciudadanía.
Las autoridades griegas consiguieron que el parlamento del país aprobara un plan de ajuste fiscal propuesto por exigencias del Fondo Monetario Internacional y la Unión Europea. La iniciativa se aprobó por 172 votos a favor, 121 en contra y 3 abstenciones.
La aprobación permitirá que el país pueda recibir créditos por valor de 11.000 millones de euros con el fin de remontar la crisis que sufre, de acuerdo al pais.com
El plan prevé drásticos recortes en el gasto público a fin de reducir el déficit. Pensiones, salarios de funcionarios y otros beneficios sociales se verán recortados y los impuestos subirán, lo que ha generado fuertes malestares en la ciudadanía y que ha derivado en grandes protestas.
El proyecto de ley tiene como misión aplicar medidas contundentes para consolidar el presupuesto, incluido un recorte del déficit público del 13,6% actual del Producto Interior Bruto (PIB) a menos del 3% hasta 2012.
El rechazo al plan de ajuste radica en el conjunto de esas medidas que pretende aplicar, que incluye recortes salariales y subidas impositivas.
Los funcionarios estarían entre los más afectados: se les reducirá el sueldo un 30% -se suprimirán las dos pagas extraordinarias- y además, se subirán los impuestos sobre el alcohol, el tabaco y la gasolina y se incrementará el IVA en dos puntos (del 21 al 23%).
También se contempla bajar las pensiones a los jubilados.