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Parto confidencial: una salida segura y privada para las mujeres
Jueves, Julio 20, 2017 - 14:59

Embarazadas temerosas de sus padres o sus parejas pueden dar a luz y entregar su bebé en adopción.

Es una situación desesperante: las mujeres embarazadas que no quieren que nadie lo sepa tienen muy pocas opciones en cuanto al nacimiento del bebé. Si necesitan proteger sus embarazos de padres opresivos o maridos violentos, dejar su nombre completo y una dirección de contacto en un hospital en preparación para el nacimiento es a menudo imposible.
 
Para ayudar a estas mujeres, el gobierno alemán estableció legalmente la posibilidad de hacer partos confidenciales en mayo de 2014. Bajo esta ley, una mujer puede llamar libremente a una línea directa las 24 horas anónimamante para recibir ayuda inmediatamente. Si la embarazada decide seguir con el parto cofidencial, puede tener la ayuda médica que necesite y dar a luz en un hospital o con una comadrona sin tener que revelar su identidad. El bebé normalmente es puesto en cuidado estatal y después dado en adopción.
 
Tres años después, el Ministerio de Familia alemán presenta un estudio de evaluación sobre la ley: desde mayo de 2014 ha habido 335 partos confidenciales en Alemania, más de 100 por año.
 
"Muchas embarazadas que quieren mantener su embarazo y su maternidad en secreto eligen el parto confidencial como alternativa a lugares donde puedes dejar anónimamente a tu niño," dice el doctor Jörn Sommer, quien lideró el estudio sobre la ley para el gobierno alemán.
 
Antes de que la ley fuera aprobada hace tres años, ya había los llamados "dépositos para bebés" o "escotillas de bebé" en Alemania. En estas habitaciones, normalmente conectadas a un hospital, madres desesperadas podían dejar a sus bebés sin contacto alguno. Tan pronto como el bebé había sido colocado detrás de la escotilla, una alarma avisaba a los miembros del personal, que cuidarían del bebé.
 
La diferencia decisiva entre estos dépositos para bebés y el parto confidencial: un niño o una niña colocado en un déposito para bebés es normalmente privado de la oportunidad de descubrir cualquier cosa sobre su familia. El gobierno considera esto como una violación de los derechos del infante a saber cuál es su origen.
 
Es por eso que, bajo la ley del parto confidencial, la embarazada tiene que revelar su nombre a su consejero. Su identidad no será revelada a nadie durante su embarazo o después de dar a luz. Pero cuando el niño cumpla 16, tendrá acceso a la información personal de la madre y cómo poder contactarla.
 
"Esta es una buena solución tanto para la madre como para el niño,” dice la ministra de Asuntos Familiares de Alemania, Katarina Barley, de los socialdemócratas. "Los dos reciben seguridad médica durante el parto y el niño puede saber más tarde de dónde viene”.
 
 
"En general esta ley es muy importante porque ayuda a mujeres, que están en un situación de dificultad extrema,” dijo Katharina Jeschke, miembro del consejo de administración de la asociación de comadronas alemanas, a la DW. "Se asegura de que las mujeres reciban soporte médico y psicológico durante su embarazo, el parto y también después es este. También ayuda a los hospitales y a las comadronas que estaban en una terreno jurídico inestable cuando una mujer solicitaba permanecer anónima ante la ley”.
 
Pero la asociación de comadronas también ha declarado que la ley del parto confidencial no reemplaza otras opciones como el déposito para bebés o el parto completamente anónimo. Después de todo, el parto confidencial requiere que la mujer pase por un proceso específico que incluye utilizar su carné de identidad para registrarse con su consejero.
 
La clínica Waldfriede en Berlín fue el primer hospital en Alemania con un déposito para bebés, el cual está disponible desde septiembre de 2000. También ofrece la oportunidad a las mujeres de dar a luz anónimamente.
 
"Algunas mujeres que acuden a nosotros están avergonzadas de estar embarazadas. Si tienen un transfondo musulmán, también se tiene que tener en cuenta el tema de los asesinatos de honor. Algunas han sufrido violencia doméstica o han sido violadas,” dice Gerhard Menn, un capellán, a la DW.
 
"Ellas no quieren que ninguna autoridad estatal tenga su información o sepa que están embarazadas. Aquí en la clínica, ellas acuden a mí, un pastor, y yo me aseguro de todo lo que ellas me digan esté completamente protegido.
 
Otra razón por la que Menn dice que sería una fatalidad reemplazar el tipo de trabajo que él y sus compañeros en Waldfriede hacen por el parto confidencial es la siguiente: bajo la ley, es bastante complicado para una mujer, que acaba de dar a luz, quedarse con el bebé, ya que en el parto confidencial eso no está permitido. El proceso en Waldfriede permite que las mujeres cambien de opinión hasta dos meses después del nacimiento.
 
"Recibí un correo electrónico hoy de una mujer que dió a luz aquí hace dos años", dijo Menn. "Después de haber dado a luz aquí, se comportó de manera diferente a otras madres. Ella se quedó en la clínica más tiempo y pasó todo su tiempo amamantando al bebé y abrazándola. Ella finalmente se fue y la bebé fue puesta en adopción. La madre todavía llamaba todos los días para preguntar cómo estaba la bebé y le dije que ahora estaba con una familia adoptiva." Una semana después, llamó de nuevo. "Finalmente he hablado con mis padres y mi pastor, quiero a mi hija de vuelta”. Ella y su padre fueron a ver a los padres adoptivos al día siguiente, fue una situación muy emocional para todos, pero ella consiguió que le devolvieran a su hija.
 
Historias como éstas, dice Menn, son la razón por la que cree que debería ser más fácil para las mujeres cambiar de opinión y quedarse con su hijo después de un parto confidencial.

Autores

Deutsche Welle/ Carla Bleiker