Las nuevas protestas del martes se sumaron a una crisis más amplia que comenzó hace una semana en Perú por el aumento de la inflación, que sacudió al mandatario solo unos días después de que sobrevivió a un juicio político.
Lima. El presidente de Perú, Pedro Castillo, levantó el martes por la tarde una orden de toque de queda luego de un desafío generalizado en las calles, mientras aumentaban las protestas contra el aumento de los precios del combustible y los fertilizantes provocado por el conflicto en Ucrania.
“Debo anunciar que a partir de este momento vamos a cancelar la orden de toque de queda”, dijo Castillo en una reunión con el Congreso. “Hacemos ahora un llamado al pueblo peruano a mantener la calma”.
Castillo emitió un mandato de toque de queda repentino minutos antes de la medianoche del lunes, ordenando a los residentes de Lima que se quedaran en casa entre las 2 am y las 11:59 pm en un intento por frenar las protestas en todo el país por el aumento de los precios.
Pero el toque de queda desencadenó una nueva crisis para la administración Castillo, con miles de personas saliendo a la calle para desafiar el toque de queda. Acortó el toque de queda poco después de las 5 p.m. hora local.
Las nuevas protestas del martes se sumaron a una crisis más amplia que comenzó hace una semana en Perú por el aumento de la inflación, que sacudió a Castillo solo unos días después de que sobrevivió a un juicio político.
Las sanciones occidentales a Rusia han cortado el suministro de petróleo y fertilizantes, perjudicando a las frágiles economías emergentes como Perú. Como muchos países, Perú estaba luchando contra una alta inflación antes de que comenzara la guerra, pero el conflicto ha acelerado un aumento en el precio de los alimentos, el combustible y otros artículos esenciales. La inflación de marzo de Perú en 1,48% fue la más alta en 26 años.
Castillo llegó al poder el año pasado con el apoyo abrumador de la población rural de Perú, pero el aumento de los precios ha llevado a ese mismo grupo a organizar las protestas más significativas hasta ahora en su administración.
La popularidad de Castillo ha disminuido rápidamente y ahora ronda el 25%. Ha sobrevivido a dos intentos de juicio político y ha pasado por un número sin precedentes de miembros del gabinete en su administración de ocho meses.
La orden de cierre sorprendió a muchos limeños, como se conoce a los residentes de la capital, que salieron a las calles para desafiar lo que vieron como una violación de sus libertades civiles.
El gobierno ha dicho repetidamente, sin aportar pruebas, que el toque de queda era necesario para evitar saqueos.