"The sea of trees" es considerado muy largo y poco creíble por asistentes a su presentación francesa.
La intensa experiencia de un hombre que ante la muerte de su esposa viaja a Japón para buscar una manera de suicidarse y poner fin a su sufrimiento, dirigida por el siempre polémico cineasta estadounidense Gus Vas Sant, no convence al público en su exhibición en Cannes.
El filme, considerado largo y poco creíble por algunos asistentes, tiene como protagonistas a la atractiva Naomi Watts y al reconocido Matthew McConaughey. Sin embargo, eso no alcanza para un buen recibimiento del “respetable” en su exhibición francesa.
“Cuando presenté ´Elephant´ el año 2003 hubo muchas peleas y discusiones hasta personas que se fueron a las manos y la película ganó en esa ocasión, el público puede manifestarse en uno o en otro sentido”, comenta Vas Sant.
El personaje de McConaughey decide terminar sus días internándose en el bosque de Aokigahara, a los pies del monte Fuji, un lugar habitual para quienes quieren acabar con sus vidas.
Sin embargo, conoce a un hombre que busca una salida y abandona su idea original por ayudarlo.
"El bosque es el lugar que puede matar o salvar al protagonista, por lo que –al final- lo que realmente importa es que las respuestas siempre están en uno mismo”, comenta Watts en torno a la trama de la película.
Tanto ella como McConaughey se encuentran en Cannes apoyando firmemente el filme que consideran “una experiencia memorable”, destacando la manera en que el director ubica a los personajes en la historia.
El proyecto llega a Vas Sant con el guión ya terminado, por lo que queda en sus manos la manera de cómo desplegar la trama. El director explica que su idea fue no darle herramientas fáciles al espectador.
De hecho, la historia comienza al medio del relato y va haciendo uso de flasbacks para explicar el contexto del presente que enfrenta el personaje de McConaughey.
Haciendo uso de elementos reales y fantásticos, el filme construye una historia que para algunos se aleja de los mejores trabajos del director y que para otros sorprende por los tintes espirituales que utiliza.