La deuda financiera de la petrolera mexicana cerró el 2021 en US$ 109.000 millones y las pérdidas netas fueron de US$ 10.900 millones. En enero, el Gobierno de México anunció un refinanciamiento por US$ 3.500 millones de la deuda de Pemex que bajará la presión financiera entre 2024 y 2030.
La estatal mexicana Pemex está bajo presión para reanudar sus amortizaciones de deuda financiera a pesar de que el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró el año pasado que su gobierno se encargaría de ellas hasta 2024, para aliviar las onerosas cargas de la endeudada petrolera.
Dos fuentes con conocimiento del tema aseguraron a Reuters que el jueves 21 de abril Pemex pagará de su caja unos 1.000 millones de euros (unos US$ 1.083 millones) por el vencimiento de un bono emitido en 2015.
"Pemex hará el pago de sus vencimientos este mes con recursos propios, toda vez que la Secretaría de Hacienda no hizo aportaciones de capital en abril para que la empresa realice sus amortizaciones", dijo una de las fuentes que habló bajo condición de anonimato por no estar autorizado a declarar.
La fuente precisó que entre mayo y diciembre hay pagos de capital e intereses pendientes -vinculados principalmente a bonos- por unos US$ 3.800 millones.
“Hacienda notificó a Pemex hace unas tres semanas que la empresa debía pagar el eurobono argumentando que cuenta con más recursos por el aumento de los precios internacionales del crudo”, agregó.
Hacienda y Pemex no respondieron solicitudes de comentarios por parte de Reuters.
La fuente detalló que la Secretaría de Hacienda ha estado presionando en las últimas semanas para que Pemex retome las amortizaciones vinculadas mayormente a emisiones de deuda, que este año rondan los US$ 7.500 millones; otros US$ 7.400 millones en 2023 y US$ 8.800 millones en 2024. En 2021 fueron de unos US$ 6.400 millones.
Refinanciamiento en la mira
La otra fuente aseguró a Reuters que "los ingresos adicionales de Pemex serán significativos y eso permite que la empresa reciba menos apoyos (del Gobierno)", pero no dio detalles sobre la cuantía de los ingresos extras derivados del alza de los energéticos tras la invasión de Rusia a Ucrania.
La deuda financiera de Pemex cerró el 2021 en US$ 109.000 millones y las pérdidas netas fueron de US$ 10.900 millones.
En tanto, en el corazón del gigante estatal, ya obtendrá un plan de refinanciamiento por unos US$ 3.500 millones de deuda financiera, anticipando que los recursos del Estado no llegarán, por ahora, desde Hacienda, dijo una de las fuentes.
En enero, Hacienda anunció un refinanciamiento por US$ 3.500 millones de la deuda de Pemex que consumirá la presión financiera entre 2024 y 2030. Pero, según expertos, no alivió las cargas de 2022 y 2023, que eran perentorias.
En 2021, el Gobierno federal hizo aportes patrimoniales a Pemex por 202.569 millones de pesos mexicanos (unos US$ 10.103 al tipo de cambio del día) para amortizaciones de deuda, además de 73.280 millones de pesos (US$ 3.655 millones) como estímulo fiscal acreditable al pago del Derecho por la Utilidad Compartida, DUC.
Hace unas semanas, al presentar sus resultados, funcionarios de Pemex adelantaron que este año el Gobierno realizó aportaciones de capital de acuerdo al perfil de vencimiento.
López Obrador sostuvo recientemente que los ingresos extras petroleros serán usados para cubrir los subsidios a los combustibles y enfrentar los gastos de reparaciones en las refinerías, con miras a optimizar las plantas para alcanzar su promesa de soberanía energética.
En una reciente entrevista con Reuters, el subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio, afirmó también que el grueso de las entradas adicionales a las arcadas del Estado iría a cubrir el subsidio para mantener a raya la ya alta inflación.