Los psicólogos están de acuerdo en que es irresponsable y dañino asustar a los más pequeños a propósito, porque puede dañar su autoestima y hacerlos desconfiar de los padres.
Russia Beyond | Aunque es una conducta afortunadamente en desuso, padres de todo el mundo han contado a sus niños de mala conducta historias de miedo, desde siempre. Rusia no es una excepción. Feos personajes de cuento de hadas, la policía e incluso Dios Todopoderoso son utilizados en el país más grande del mundo para intentar que los niños se lo piensen dos veces antes de hacer alguna trastada.
Todo comenzó cuando Irina Leshkova, una psicóloga de Moscú, pidió a sus amigos de Facebook que describieran la forma en que sus padres o parientes los habían asustado en su infancia (si así habían hecho, claro). Más tarde mencionó en un artículo para Letidor que estaba bastante sorprendida por la gran afluencia de comentarios - había alrededor de un centenar – que contaban a veces historias horribles.
Los psicólogos están de acuerdo en que es irresponsable y dañino asustar a los niños a propósito; puede dañar su autoestima y hacerlos desconfiar de los padres. Sin embargo, es interesante examinar a quiénes (o qué) utilizan los rusos para asustar a los niños y por qué motivos.
La tradición de contar historias de horror sobre brujas y espíritus malignos existe en todo el mundo. Así que no es de extrañar que uno de los héroes más 'experimentados' en asustar a los niños en Rusia sea Baba Yagá, la vieja bruja fea de las leyendas antiguas. De pelo gris y dientes afilados, vuela en un mortero, realiza magia negra y siempre está dispuesta a disfrutar de la tierna carne de los más pequeños de la casa. Es realmente espantoso para un niño oír “¡Como no dejes de liarla vendrá Baba Yagá y te comerá!”. Al menos hasta que crezca lo suficiente como para dejar de creer en cuentos de hadas y morteros voladores.
Otros famosos 'hombres del saco' son Barmaléi (un malvado pirata caníbal de un cuento de Kornéi Chukovski) y Babái. El hecho de que nadie sepa quién demonios es Babay y su apariencia lo convierte en el personaje asustador más interesante. El misterio hace que Babái sea aún más horrible para los niños, ya que se imaginan la criatura más temible que pueden.
Denís Gusakov, en su respuesta al post de Irina Leshkova, escribió que en su infancia le habían dicho que Babái vivía detrás de la rejilla de aire en la casa de sus padres y que se comía a los que comían la sopa demasiado lento. Respondiendo a la pregunta "¿Cómo te afectó?" reconoció que había tenido miedo de la oscuridad durante mucho tiempo y "se había comido la sopa muy rápido".
Criminales y policías
Los padres usan amenazas más plausibles para asustar a los niños mayores. Sin duda un niño temblara de miedo al escuchar que algunos "hombres malos" lo alejarán de los padres. Por ejemplo, Natalia Znajurenko le contó a Irina Leshkova que durante su niñez había estado constantemente temiendo que los "hombres borrachos" de la calle la secuestraran. Odia a los borrachos desde entonces.
Hubo una nación específica que fue utilizada tristemente como un espantapájaros para los niños: los gitanos. La gente solía decir a los jóvenes que, si se portaban mal, los gitanos los secuestrarían y llevarían a Dios sabe dónde. El origen de este mito está en las raíces nómadas de los gitanos. "Por lo general llevaban grandes bolsas con ellos y cada vez que los veíamos temíamos que nos metieran en ellas", dijo Oleg, de 43 años, a Russia Beyond.
Irónicamente, la gente que nombra sus miedos infantiles tiende a poner en la misma lista tanto a los criminales como a la policía. Algunos dicen que sus padres incluso los llevaron a alguna comisaría, fingiendo que iban dejarlos allí. El temor a las autoridades persiste entre los niños desde la época soviética. En aquel entonces, los padres solían fastidiar a sus hijos: “¡Si te comportas así te expulsarán de los Pequeños Octubristas / Jóvenes Pioneros!” (ambos eran organizaciones infantiles juveniles en la URSS). Hoy en día no hay octubristas ni pioneros, pero la policía todavía existe y se utiliza para asustar a los jóvenes.
Tal vez el mayor temor para un niño pequeño sea quedarse sin su madre y su padre. Es por eso que una de las amenazas más comunes y más crueles para los niños en Rusia es decirles que se les va a entregar a un orfanato. Al menos dos personas comentaron en el post de Leshkova recordando que sus padres los habían llevado a orfanatos reales, pretendiendo cambiar de opinión en el último momento. ¡Vaya psicópatas!
Leshkova cree que tales trucos son una tortura real para los niños y que sus progenitores no tienen ninguna excusa para llevarlos a cabo. “Me pongo en el lugar de un niño de 4 años que es amenazado de ser abandonado en un orfanato y el terror me envuelve. ¡La persona más cercana a mí en todo el mundo, mi madre, me rechaza!", escribió la psicóloga.
En las familias religiosas rusas, los ancianos a veces dicen a los niños que Dios los castigará si no actúan correctamente. Por ejemplo, un usuario con un apodo Aqua Luminaris escribió: "Mis familiares me han asustado con el castigo de Dios, que sucedería en cualquier momento, sin que yo supiese exactamente cuándo". Esto parece funcionar para algunos adultos también.
Los niños más temerosos de Dios tienden a tener miedo incluso si sus padres no los asustan a propósito. "Una vez mi madre me leyó un capítulo de la Biblia sobre el diluvio y Noé. Tuvo tanto impacto en mí que estuve horrorizado cada vez que llovía. ¡Pensaba que Dios planeaba destruir a la humanidad una vez más!”, confesó Yegor, de 24 años, a Russia Beyond.