Un nuevo estudio plantea que la aplicación de una terapia combinada y personalizada mejora el deterioro propio de la enfermedad.
Diario Las Américas. Una reciente investigación conjunta entre el Instituto Buck de Investigación sobre el Envejecimiento y la UCLA Easton Laboratorios de Investigación de Enfermedades Neurodegenerativas, ha confirmado que una combinación personalizada de cambios en la dieta, uso de ciertos medicamentos y seguir un determinado estilo de vida permitiría revertir, en cierta medida, la pérdida de memoria en las personas diagnosticadas con Alzheimer.
A esta conclusión se llegó tras un pequeño estudio, en el que participaron 10 pacientes, quienes se sometieron a un complejo programa terapéutico, de 36 puntos, que reunió a los cambios completos de la dieta, la estimulación cerebral, optimización del sueño, determinados fármacos, ejercicio y vitaminas, así como otras medidas que tienen un importante impacto en la química del cerebro.
Los participantes fueron tratados en un lapso de entre cinco y 24 meses, y todos ellos mostraron mejoras en el pensamiento y la memoria. Incluso algunos pudieron volver al trabajo y completar las tareas que se habían vuelto imposibles para ellos como resultado del deterioro de sus capacidades mentales.
El líder del estudio, Dale Bredesen, tiene la esperanza de que sus resultados permitan allanar el camino para el primer tratamiento exitoso de la enfermedad de Alzheimer, descrita hace más de un siglo.
Durante la investigación, cuyos resultados fueron publicados por la revista Aging, se confirmó que la pérdida de la memoria de los pacientes puede ser revertida y que esta mejoría es sostenible a largo plazo con la terapia. En este sentido, el doctor Bredesen añadió que se trata de un enfoque personalizado, adaptado a cada paciente y basado en pruebas extremas que permiten determinar las mejores terapias para cada cerebro.