Expertos analizan los desafíos de management que propone la revolución digital.
El mundo de los negocios digitales avanza firme más allá de la coyuntura y esto las empresas tracicionales lo saben. Cada vez son más las que inician procesos de transformación digital, o bien comienzan a generar unidades de negocios digitales integrados o totalmente separados de la empresa madre para mantenerse competitivas. Como consecuencia, las búsquedas ejecutivas de perfiles con know how digital traccionan el mercado e imponen sus propias reglas de juego.
Más allá de las conocidas tecnológicas que están a la vanguardia en la demanda de perfiles digitales, la tendencia cada vez más fuerte es la creación de startups a partir de compañías tradicionales, tal es el caso de las financieras, bancos y aseguradoras, como iúnigo, del Grupo San Cristobal, que buscan crear una compañía nueva para ganar mercado.
El director asociado de Glue Executive Search, Daniel Iriarte, hace una distinción clara entre los perfiles que se requieren para una transformación digital en una compañía tradicional, del que se requiere para una startup que nace digital. En la primera, se requiere acompañar a la compañía a transformarse sin afectar el modelo de negocios preexistente que probó ser exitoso. Esto representa el desafío de conciliar dos mundos, por eso los candidatos tienen que tener flexibilidad para adaptarse y saber convivir con la dualidad, ya que una compañía no pasa de un momento a otro a ser digital, tienen que poder gestionar el caos y manejar la ambigüedad.
Por otra parte, la capacidad de comunicación resulta clave para poder explicar de forma fácil y comprensible las innovaciones que propone y lograr que puedan comulgar con esa idea y ayudar en esa transformación. Se trata de cumplir un rol evangelizador, ayudar a cambiar el mindset y transmitir por qué es valioso trabajar con datos, cómo el dato se tiene que ingresar, cuidar, gobernar, etc, esto requiere una capacidad didáctica enorme. Asimismo, la resiliencia es fundamental, porque en este periodo de transformación puede haber muchos fracasos de los cuales todos tendrán que aprender.
En este sentido, Malía Cara, People Manager de iúnigo, aseguradora digital de la Argentina, revela que uno de los factores determinantes que definieron en la búsqueda de su CEO fue la experiencia en fracasos, ya que entienden que del fracaso es de donde más se aprende sobre cómo superar obstáculos y resolver. “Una startup atraviesa un proceso constante de prueba y error ya que no se siguen recetas fijas sino que se van desarrollando ideas innovadoras que se desafían en la práctica. Esto requiere tener una capacidad de aprendizaje y resiliencia muy alta”, subraya la ejecutiva.
Por el contrario, en una compañía que nace digital no se requiere evangelización, sin embargo, la capacidad de comunicación y presentación resulta clave para participar en rondas de inversión para obtener capital, expandirse y consolidarse.
“La habilidad para emprender, innovar, competir y vender el proyecto conforman las claves del perfil para una compañía digital desde su origen”, subraya Iriarte.
Para iúnigo, que su CEO fuera un emprendedor digital era la clave, importaba que tuviese experiencia en generar un negocio desde cero, en construir equipo, que tuviese trayectoria en el mundo emprendedor pero que no viniese del mundo de los seguros, precisamente para que piense distinto.
“El desafío mayor que propone la transformación digital va mucho más allá de lo tecnológico, implica un cambio de paradigma, invita a desaprender la forma en la que se venía trabajando hasta ahora y animarse a armar algo completamente distinto. Implica olvidarse de ofrecerle beneficios a nuestros empleados sin pensar si es lo necesitan, repensar la centralización de procesos, hacerlos flexibles y permitir que a los dos meses cambien si hay una forma mejor de llegar al mismo resultado, es estar mucho más conscientes de cómo escuchar al cliente y en base a eso diseñar el producto, es entender que el trabajo colaborativo no cuestiona tu know how sino que suma miradas, en resumen, requiere ser muy abiertos a las críticas constructivas”, señala Malía Cara.
De la mano con esta nueva forma de trabajar, las empresas digitales proponen un cambio radical en la cultura corporativa. Iriarte señala que “las compañías digitales son muy flexibles, muy abiertas, con estructuras más horizontales, con horarios más flexibles, orientado más a resultados que a las formas, hay todo un tema cultural que resulta muy atractivo para los candidatos, que a la vez tienen muy en cuenta si hay afinidad con el producto o servicio”.
iúnigo se define como una empresa nada verticalista, ni jerárquica, donde se habla de líderes, no de jefes, y posee espacios abiertos donde el espíritu que impera es el de la colaboración y no el del control, un ambiente que invita a la creatividad, a que la gente se permita explorar, equivocarse y aprender de ello. “Nuestra propuesta es un ambiente amigable y a su vez muy exigente porque como compañía queremos obtener resultados extraordinarios, ofrecemos un servicio disruptivo y es por eso que buscamos gente que tenga ganas de hacer algo revolucionario, que en otros lugares no pudo hacer”, explica Cara.
El mayor desafío desde el punto de vista de Recursos Humanos, según coinciden Iriarte y Cara, no es encontrar buenos candidatos, ya que en Argentina hay muy buen nivel de talento digital, sino la gran competencia que se da por atraerlos debido a que actualmente son muchas las compañías que encaran procesos de transformación digital y muchas startups dan pasos firmes en el mercado laboral.
Iriarte destaca que “este es un sector donde el candidato es el que tiene el poder para negociar”, mientras del lado de la empresa destacan que “el desafío más importante es que todos los días elijan venir a trabajar acá y el día que no estén contentos, haya la apertura suficiente para que nos lo digan y encontremos juntos la manera de resolverlo”, concluye Cara.
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