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Periodista alemán denuncia censura y golpes por fotografiar basurales en Vaca Muerta Argentina
Viernes, Enero 11, 2019 - 15:10

Stefan Borghardt denunció que la Policía le quitó su equipo, lo golpeó y lo intimidó. El caso está siendo investigado.

Stefan Borghardt, un periodista alemán de 28 años, denunció que la Policía le quitó su equipo y que fue golpeado e intimidado por agentes de esa fuerza en Neuquén, en el sur de Argentina, al intentar fotografiar los basureros a cielo abierto producidos por la actividad petrolera en el yacimiento de Vaca Muerta.

El fotoperiodista alemán llegó al lugar para retratar los basureros porque está interesado en documentar el tratamiento de esos residuos industriales, que ya tiene incluso un capítulo penal iniciado por Greenpeace. Esa organización ecologista acusa a las empresas que operan en ese lugar de no cumplir con el cuidado ambiental de la zona.

El cronista llegó el lunes (7/01/2019) al lote 56 de la empresa Treater Neuquén S.A., cerca de la localidad de Añelo, en Neuquén, donde fotografió algunos basureros en los cuales se deposita petróleo a cielo abierto. Se encontraba desempeñando su trabajo periodístico cuando fue interceptado por personal de seguridad de dicha empresa, y luego trasladado a una sede de la Policía. Esa situación fue denunciada por el reportero alemán por maltratos y golpes.

La denuncia de Borghardt llegó a altos niveles en la provincia sureña de Neuquén, y hasta intervino la embajada de Alemania, que dijo "estar estudiando los detalles de la situación" que vivió el periodista. El gobierno y la Policía de neuquina, por su parte, solo señalaron que los hechos en torno a la detención del periodista "están siendo investigados para determinar si se cometieron excesos".

El testimonio de Stefan Borghardt en Facebook. Stefan Borghardt escribió en su página en Facebook: "Saqué varias fotos con las dos cámaras profesionalesque llevaba encima y alcancé a sacar cuatro fotos con el celular. Ahí me agarró un supervisor y me llevó a al entrada del predio en su camioneta, habló por teléfono con su jefe y este insistió en que yo borrara las imágenes. Aparenté que había sacado todas las fotos en rollo, pero llamaron a la Policía y me llevaron a la Comisaría 10 de Añelo".

"Durante el trayecto a la comisaría, la oficial que estaba sentada a mi costado se metió en mi celular reproduciendo mensajes de voz y leyendo otros mensajes personales enviados y recibidos, en altavoz, sin mi autorización", continúa el testimonio del cronista alemán.

"Ya tenían evidencia de que yo era periodista por mi credencial de prensa", añade Borghardt, "pero me hicieron dejar todas mis cosas en la barra de atención. Me hicieron un montón de preguntas mientras la oficial labraba el acta de mis pertenencias. Cuando me apresuró para que la firmara, insistí en leerla con calma antes de poner mi firma, para asegurarme de que estaba todo documentado de forma correcta, pero se enojó y me llevó a un calabozo, empujándome e insultándome."

"En el primer calabozo me pegaron, me patearon y un oficial que me maltrataba con una escoba desde lejos me dijo que odiaba a todos los alemanes", denunció Borghardt.

"Otro policía me insistió que me apurara a quitarme los cordones de las zapatillas, porque si no, me ayudaría él, y sacó una navaja del bolsillo para asustarme", dijo el reportero, y subrayó que "también me dijo que si me decían que firmara, tenía que firmar, y que no funcionaban las cosas como yo me las imaginaba. Yo durante todo ese proceso actuaba de manera defensiva pidiéndoles que no me lastimaran", refirió en Facebook.

"Después de todo ese proceso me llevaron a otro calabozo, donde permanecí durante aproximadamente dos horas. Cada rato me venían a visitar oficiales para hacerme más preguntas. En ningún momento me dieron ni siquiera el agua que les había pedido. Me sacaron del calabozo por las 22:20 horas (aproximadamente) y me llevaron de nuevo a la barra de atención, donde firmé lo que creo que era la denuncia contra mi persona, la declaración de la hora de mi detención y de la liberación y además el acta, confirmando que me habían devuelto todas mis pertenencias. Me informaron que habían secuestrado todo mi equipo fotográfico, pero yo firmé igual. No pedí que me entregaran una confirmación del secuestro ni leí ninguno de los documentos. Firmé para salir del lugar al instante y para no meterme en más problemas. Ya había aprendido la lección de que no era el ambiente para reclamar mis derechos...", concluyó Borghardt.

Respuesta del ministro de Trabajo, Desarrollo Social y Seguridad. El ministro de Trabajo, Desarrollo Social y Seguridad neuquino, Mariano Gaido, dijo que ya había solicitado al jefe de la policía provincial, Comisario Rubén Tissier, un "informe completo" de la detención de Borghardt.

"Tengo absoluto respeto por el trabajo de los periodistas y lo que representa la difusión de la información”, señaló Gaidó al periódico Río Negro, precisando que el informe policial sobre el asunto "lo están preparando, y quiero que se dé toda la información a quien quiera conocer la situación”. El diario Perfil.com se comunicó con la Comisaría 10 de Añelo, donde remitieron cualquier comunicación oficial al director de Seguridad de Neuquén, comisario mayor Luis Arango. El funcionario indicó a ese diario que "el supervisor de Treater denunció que este joven había traspasado el cerco perimetral y que eso comprometía la seguridad de la empresa", señalando que esa habría sido la razón por la que le pidieron que eliminara las fotos tomadas.

Aún queda por aclarar las denuncias cruzadas, por un lado, del reportero alemán y su abogado, Emmanuel Guagliardo, quienes acusan a la Policía de Neuquén de "indebido proceso, incumplimiento de deberes de funcionario público y abuso de autoridad", mientras que por el otro, la empresa petrolera implicada denuncia a Borghardt por haber ingresado sin pedir autorización, poniendo en riesgo de ese modo la seguridad del establecimiento.

Autores

Deutsche Welle