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Periodista inglés advierte que la desconexión es el máximo motor de las adicciones
Martes, Agosto 4, 2015 - 11:52

"Todo lo que sabemos sobre adicciones está mal", advierte Johann Hari, autor del comentado libro "Tras el grito" en una concurrida y luego compartida charla TED.

La lucha contra la adicción a las drogas cumple un siglo tal cual se conoce: en formato de guerra. Como si el consumo fuera un reality show y se requiriera una intervención televisiva violenta.

Una y otra vez fracasando en ese modelo, llega la hora de pensar en que las cosas no pueden seguir así. Es lo que piensa el periodista británico Johann Hari, autor de un libro intenso, revelador y profundo: "Tras el grito".

El texto demuestra básicamente que la forma tradicional de encarar el tema de la drogadicción no puede seguir. La razón objetiva principal es que el consumo no baja y la oferta no sólo sigue ampliando sus puntos de venta, sino que también amplía las ofertas.

Entre más se persigue de manera violenta, menos se apunta al centro estratégico. "La adicción no tiene que ver con ganchos químicos, sino en la manera en que se ordena la vida. Cuando no hay relaciones integradoras, más se abre el espacio para el consumo", subraya Hari.

En una concurrida y luego compartida charla TED, el periodista fue más claro aún: "todo lo que sabemos sobre adicciones está mal".

Hari comparte el descubrimiento que dejó una pequeña variación a un tradicional experimento. Para comprobar que la adicción funciona debido a la exposición a las sustancias, se realizaba un estudio con ratas.

En una jaula vacía, a un roedor se le ofrece dos alternativas para que tome agua: una es normal y la otra contiene cocaína. Como toma sólo de la segunda, el experimento concluye con que la exposición a la sustancia le genera la adicción.

Sin embargo, una pequeña variación pone una gran duda. A la jaula gris y solitaria tradicional, se le agregan otros componentes: juegos (pelotas de plástico); variedad de alimentos (queso, cereales); y compañía (generando lazos y con práctica sexual). Todo un "parque de ratas", según Hari.

¿Qué sucede? ¡Las ratas no consumen el agua con cocaína! Por eso el periodista plantea: la adiccion no tiene que ver con ganchos quimicos, si no que "con tu jaula". El ejemplo le da más peso y validez a la pregunta del porqué continúa la dinámica de la guerra, cuando la experiencia comprueba que no funciona.

En tiempos de aparientes conexiones totales, la desconexion es el máximo motor de la adiccion. "Lo opuesto a la adiccion no es la sobriedad, sino que la conexión", subraya Hari, quien comenta que el ejemplo sirve para cualquier tipo de obsesión.

En tiempos digitales, comenta que ante cualquier crisis que las personas sufran no van a ser los seguidores del Twitter ni los amigos de Facebook los que van a tender las manos. "Cuando tengamos un problema, van a ser los pocos amigos de carne y hueso los que nos van a ayudar", advierte.

Por ello, el periodista insiste en que las adicciones están causadas por un sentimiento de aislamiento y desconexión en las personas y no por las drogas en sí mismas.

De allí es que la clave es preocuparse del tipo de "jaula" que uno se hace y del tipo de relaciones que se establecen. "La gente felíz y conectada, con buenas relaciones sociales, no se convierte en adicta", subraya el periodista inglés.
                      

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