Cada hora sentado durante la jornada laboral, incrementaría en un 18% este peligro.
Una investigación publicada en la revista del Colegio Americano de Medicina Deportiva, reveló que quienes dedicaban tres cuartos de su tiempo a actividades estáticas mostraron un 50% más de probabilidades de morir, en comparación con quienes ocupaban muy poco tiempo en ellas. Asimismo, quienes estaban casi todo el día sentados exhibieron un 86% más de riesgo de morir por falla cardíaca.
La investigación, que siguió los hábitos de 17.000 canadienses durante 12 años, mostró que el riesgo también afecta a quienes realizan actividad física regular, como asistir al gimnasio tres veces a la semana. “Las elevadas cantidades de tiempo que se permanece sentado no son compensadas con la realización ocasional de actividad física, incluso si la duración de ésta es mayor al mínimo recomendado”, indicó el sondeo.
Otro estudio publicado en la edición de febrero de la revista Circulation, demostró que cada hora que se permanece sentado aumenta en un 11% las posibilidades de fallecer por cualquier causa y en un 18% las probabilidades de sufrir un episodio cardiovascular mortal. La investigación añadió además, que quienes permanecen en su silla más de cuatro horas al día tienen un 80% mayor de riesgo de morir por una enfermedad al corazón que quienes están dos horas en ese lugar. A esto se suma el mayor riesgo de sufrir obesidad, diabetes y enfermedades degenerativas.
Y es que sólo se necesita llevar una vida sedentaria durante 12 días para dañar los procesos metabólicos del organismo. Así lo demostró un equipo de investigadores estadounidenses, quienes redujeron hasta en un 85% los desplazamientos de un grupo de pacientes sanos. Los expertos disminuyeron de 10.000 a sólo 1.500 los pasos diarios, sustituyendo las caminatas por el auto y las escaleras por el ascensor.
Tras dos semanas, los pacientes sufrieron una caída en la sensibilidad a la insulina y una atenuación del metabolismo de los lípidos. “Esto sugiere que las calorías usadas para mantener la masa muscular con una gran cantidad de caminata, ahora fueron convertidas en grasa visceral”, concluye la publicación en la revista Journal of American Medical Association, que agrega que estos fenómenos podrían explicar por qué la reducción en la actividad física favorece el desarrollo de enfermedades crónicas como las cardiovasculares.
Pero eso no es todo. La inactividad puede reducir hasta 10 veces la producción de lipasa lipoproteica, una enzima encargada de procesar las grasas. Esto sucede porque la sustancia es producida por los músculos sólo cuando se tensan y flexionan como al caminar, correr o realizar otra actividad física.
Para revertir esta situación, los expertos recomiendan simples hábitos, como dar pequeños paseos al interior de la oficina cada dos horas, a fin de tensar los músculos de las piernas y la espalda, y activar el metabolismo; o dejar de usar el ascensor y preferir las escaleras, lo que ayudará a quemar hasta nueve calorías por minuto.
Bajar del bus antes de llegar al trabajo, y evitar enviar correos electrónicos a los compañeros de trabajo con quienes comparte oficina y preferir los comentarios cara a cara, son otros de los consejos de los especialistas, informó La Tercera.