Varias de estas startups vieron cómo la pandemia aceleró su crecimiento, sin embargo, la tarea ahora es mantener a los clientes que captaron con su propuesta, así como diferenciarse de una gran competencia. A continuación, tres startups latinoamericanas comentan sus experiencias en este periodo y comparten su visión sobre lo que viene.
En medio del debate sobre si es pertinente o no que los escolares retornen a sus escuelas o cómo lo harán de forma segura las instituciones que decidan realizar la vuelta, surgen también algunos testimonios sobre cómo ha sido la adaptación forzada al formato digital para la comunidad educacional en general.
Para varios, la experiencia no ha sido pareja. Mientras algunos profesores no saben utilizar la tecnología, sintiendo frustración al respecto y esperando que la fase virtual pase pronto, para los estudiantes, quienes son nativos digitales, se les ha dificultado menos, pero también ha sido un reto. Han estado lejos de su entorno y compañeros, muchas veces sintiendo la extrañeza de conectarse a clases desde sus computadores, sin poder salir al exterior.
En general, la mayoría de las escuelas tuvo que actuar con rapidez, adaptándose como podían, sin la infraestructura digital ni la pericia necesaria. Es así como se fueron acercando a diferentes propuestas de Edtech, las cuales aplican soluciones tecnológicas a la educación, que satisfacían las necesidades más urgentes.
Esta necesidad llevó a que en cuatro meses, más de 100 colegios contrataran los servicios de Blended, una plataforma de gestión educativa de origen argentino que tiene presencia en Colombia, México, Guatemala, Paraguay, Perú y Uruguay, con más de 700 escuelas, una app y disponibilidad en la web.
Al igual que ellos, la plataforma chilena Appoderado, que cuenta con más de 460 colegios y 450 mil usuarios, captó hasta junio de este año más clientes que en todo 2019. Jaime Villagrán, director comercial de esta plataforma, indica que por la pandemia están calculando crecer a más del 200% de lo que fue 2019. En ese sentido, “ha sido positivo para nosotros, pero esperamos que finalice pronto porque sabemos que hay muchos que no lo están pasando bien”, señala.
Villagrán, además, recuerda cuando comenzaron a enseñarles a usar la plataforma a funcionarios y profesores. "Al principio, no querían mucho, pero hoy ya hay colegios públicos, subvencionados y privados, involucrados y trabajando felices".
Eso sí, no para todos ha sido igual. La brasileña Plataforma Blox, por ejemplo, que se encarga de la administración de programas universitarios flexibles, experimentó al inicio de la pandemia un estancamiento. Sin embargo, también notaron la necesidad de soluciones para la educación remota, por lo que desarrollaron un repositorio de contenidos y un aula virtual para apoyar a sus clientes.
“El aula virtual acabó convirtiéndose en un producto aparte de Plataforma Blox y hoy se vende por separado. Atendemos a más de 25 instituciones con esta funcionalidad que hoy representa alrededor del 20% de los ingresos de la empresa", dice Bruno Berchielli, CEO de Blox.
El buen momento
Muchos creen que los cambios que hemos visto en el ámbito educativo perdurarán. Y lo cierto, es que las Edtech tienen un muy buen pronóstico. Para Nacho Mateo, jefe de Relaciones con Inversores del Centro de Emprendimiento e Innovación de IE, "han pasado de ser un servicio 'nice to have' a ser un servicio 'must have', lo que sin duda está afectando positivamente a los emprendedores que trabajan en este sector. Se trata de un sector que ha experimentado en ciertos aspectos un crecimiento significativo desde que comenzó la pandemia, y creo que este incremento de clientes se ha visto motivado fundamentalmente por dos perfiles distintos de población".
Aumento marcado por la urgencia de parte de las instituciones educativas, ya sea colegios, universidades o escuelas de negocios, de continuar con las clases, ahora en formato online; y la necesidad de los desempleados por mantenerse vigentes y de quienes buscan diferenciarse, aprendiendo nuevos contenidos y desarrollando habilidades para el mercado y las nuevas metodologías de trabajo.
Estos grupos de población representan una gran cuota de mercado para las startups de Edtech. Ahora, ¿cómo estas pueden mantenerse competitivas? Para Mateo, "una de las estrategias más acertadas para cualquier startup de Edtech pasa por establecer nuevos partnerships con las instituciones académicas tradicionales. Cada vez existe una mayor colaboración entre estas startups y las instituciones educativas tradicionales, y parece claro que esta colaboración seguirá intensificándose en los próximos años".
Cocreación de soluciones
Tanto para Nicolás Gimenez, de Blended, como para Villagrán, de Appoderado, involucrar a los establecimientos educacionales en la creación de soluciones es clave para mantenerlos interesados y así evitar que estos los abandonen: los establecimientos se involucran en el desarrollo de sus soluciones, sintiéndose parte, lo que es una ganancia para los colegios y las startups.
Es así como la plataforma chilena, que tiene más de 206 herramientas para colegios, ha logrado tener una tasa de renovación del 98%. Para Villagrán, es clave la relación con los clientes. “Hay que escuchar la voz del cliente, y en ese sentido hemos sido muy rigurosos. Ellos no sienten que se les vende un sistema, sino que usan lo que ellos construyeron. Estamos constantemente recogiendo temas que pudiésemos mejorar. Hacemos una cocreación con ellos. Si el 70% de los establecimientos nos dice que deberíamos apostar en algo, hacemos la investigación y trabajamos con los mismos directores y colegios para construir las herramientas”.
En Blended, donde a raíz de la pandemia crearon una opción gratuita, también es relevante este punto. Gimenez dice que escuchan mucho a los colegios, los asesoran y una vez al mes realizan actualizaciones. Esto funciona, porque cuentan con un nivel de personalización muy alto, lo que es crucial considerando que las escuelas son diferentes.
A nivel universitario, en Blox también toman en cuenta las opiniones de sus usuarios. Se trata de una plataforma brasileña que “gestiona las asignaturas, ofreciendo en base a su tecnología un mayor control de entrelazado y eficiencia operativa entre los cursos, independiente del área. Además da libertad al alumno para personalizar su propia formación”, dice Berchielli.
Y para esto, trabajan bajo los conceptos de flexibilidad y personalización: les muestran a los estudiantes indicadores y comentarios sobre sus habilidades y áreas de conocimiento en los que son más sólidos y cuáles deben desarrollar más.
Necesidades en pandemia
Tras un comienzo caótico, estas startups tuvieron que reaccionar rápido. Gracias a la capacidad de escucha, muchas Edtech han podido adaptarse sin problemas, considerando las necesidades de sus clientes y usuarios. Es el caso de Appoderado, Blended y Blox, que supieron calcular lo que hacía falta. Si bien la plataforma chilena vivió algo similar a la pandemia en octubre de 2019, con el estallido social, lo que les permitió adelantarse al escenario de marzo de este año, el trabajo no termina, pues con el paso del tiempo los establecimientos escolares suelen pedir ciertas soluciones según las necesidades que vayan surgiendo.
Para Villagrán, los colegios quieren un sistema fácil, rápido e intuitivo, que cualquier persona, sin importar su edad o formación, sea capaz de usar el sistema. De nada sirve una plataforma tan compleja y avanzada si los usuarios no la entienden y no pueden utilizarla en estos momentos, lo que es clave tomando en cuenta que los establecimientos buscan soluciones cercanas y sencillas. Quizá por esto mismo, muchos directores de colegios han optado por usar plataformas como Teams, Meet o Zoom, que a vista del directivo de Appoderado no sería lo ideal, porque "fueron creadas para reuniones de negocios o familiares, principalmente. No cumplen con la normativa vigente ministerial, como, por ejemplo, dejar un registro formal de los niños que están accediendo a estas clases".
En el caso de Blox, durante este tiempo han tenido que desarrollar funcionalidades para apoyar la educación remota, pero "con el eventual regreso a las clases físicas, las instituciones educativas tendrán mayor presión que nunca por la eficiencia operativa", indica Berchielli.
Ir más allá
El COVID-19 llegó para agravar varios problemas que experimentaba la educación hoy en día, pero también para acelerar otros procesos. Varios agradecen que sea posible seguir haciendo clases mediante herramientas digitales, aunque algunos no están totalmente convencidos, se les dificulta su uso y no han encontrado el sistema que se adapte a ellos totalmente.
Eso sí, los expertos coinciden en que la transformación debe ir más allá. Para Nacho Mateo, de IE, “los emprendedores de Edtech y las instituciones educativas tradicionales tienen que reforzar su apalancamiento tecnológico aún más si cabe. La tecnología educativa tal como la conocemos actualmente no debe limitarse a reemplazar el aula física por un aula virtual, sino que a través de la innovación ser capaces de cambiar la forma en que enseñamos a nuestros alumnos. Utilizar la tecnología para crear experiencias de aprendizaje más inmersivas y entretenidas es, sin duda, un camino clave para lograr el éxito a largo plazo más allá de la actual situación que vivimos con la pandemia”.
Berchielli, de Blox, dice que la tendencia a corto plazo es el microaprendizaje, es decir, acortar los programas educativos, con foco en desarrollar habilidades relevantes y específicas. “El microaprendizaje es una condición necesaria para el aprendizaje permanente: la educación solo puede ser parte de la vida si cada programa educativo es breve y relevante para que lo llevemos a cabo de vez en cuando sin interrumpir otras responsabilidades diarias”, indica.
Pero también refiere sobre el aprendizaje a lo largo de la vida y la flexibilidad total de la educación. Esto quiere decir, “permitir al estudiante buscar programas de microaprendizaje para componer su viaje personal de aprendizaje permanente en varias instituciones educativas y empresas, simultáneamente. Esto solo será posible con la estandarización de lo que realmente es el microaprendizaje y cómo medir y monitorear el aprendizaje permanente de una persona. Trabajamos todos los días para crear ese futuro”, señala Berchielli.
Sin duda que este tipo de startups llegaron para quedarse. Tienen a su favor, dice Mateo, garantizar el acceso a la educación a nivel mundial, que es uno de los mayores retos de la humanidad que existen actualmente. "No es de extrañar que uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible promovido por Naciones Unidas sea el garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad, promoviendo oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos. Este tipo de plataformas contribuyen sin duda a facilitar este acceso a la educación a escala global, aunque hay aún un largo camino por recorrer en este sentido", añade.
Eso sí, las startups de Edtech que pedurarán serán las que puedan adaptarse y sean más competitivas, entregando un valor diferencial a sus clientes. Mateo es claro: "en cualquier sector empresarial la ejecución y el posicionamiento son factores claves para el éxito, y el sector Edtech no es una excepción".
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