La grave situación ha tenido fuerte impacto en las instituciones educativas, poniendo en riesgo el empleo de docentes, trabajadores administrativos y sus familias.
Perú y el mundo afrontan una de las peores crisis sanitarias de la historia, donde todos los sectores económicos están siendo afectados en mayor o menor medida. En esta línea, el gobierno ha tomado diversas medidas para contener la pandemia, incluyendo al sector Educación donde se han implementado decisiones acertadas. Asimismo, la mayoría de institutos y escuelas de educación superior (IES y EES) ha decidido iniciar clases a través de la modalidad a distancia, buscando que la formación de los jóvenes no se detenga.
Sin embargo, Julio Cárdenas, presidente de la Asociación de Institutos y Escuelas de Educación Superior (ASISTE PERÚ), indica que el sector de educación superior tecnológica se encuentra en emergencia pues, solo en el primer semestre del año, más de 65.000 estudiantes no se han matriculado y calculan que, en los próximos meses, hasta 170.000 estudiantes más podrían abandonar sus estudios; si no se toman medidas concretas y rápidas.
Cárdenas indica que las razones de esta situación radican en que el 73% de los estudiantes que se matriculan en un instituto o escuela proviene de familias de los sectores económicos C y D, los cuales están siendo afectados severamente por la crisis. Además, el 50% de los estudiantes se pagan sus estudios trabajando en el sector Servicios, quienes han perdido sus empleos; y otra parte importante son subvencionados por sus familias que se encuentran en el sector informal, que también ha sido impactado.
“Los institutos y escuelas hemos implementado rápidamente diversos programas de apoyo y financiamiento solidarios, para ayudar a los estudiantes con mayores dificultades económicas, tales como mayor número de becas, reprogramación de pagos, no cobro de moras ni gastos administrativos, recategorizaciones, descuentos en cuotas pendientes, acceso a planes de datos, entre otros. Sin embargo, no ha sido suficiente, se necesita también el apoyo del gobierno en esta difícil situación para que los jóvenes no trunquen su proyecto de vida”, manifestó Cárdenas.
La grave situación de los miles de jóvenes que han dejado de estudiar, truncando sus metas profesionales, ha tenido también un fuerte impacto en las instituciones, poniendo en alarma la continuidad de todo el sistema. “No solo está en emergencia la educación y el futuro de nuestros jóvenes, sino también está en riesgo el empleo de 30.000 docentes, 10.000 trabajadores administrativos y sus familias”, indicó el presidente de Asiste Perú.
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