El gobierno ratificó la decisión de combatir a la guerilla colombiana que aún tiene una considerable presencia en las selvas del sur de este país, cerca a la frontera binacional.
Bogotá. Perú advirtió el viernes que no permitirá que las FARC usen su territorio como refugio ante la ofensiva de las Fuerzas Armadas de Colombia y reiteró su disposición de combatir el narcotráfico para evitar el aumento de cultivos ilícitos en su país.
El ministro de Defensa de Perú, Rafael Rey, ratificó la decisión de su Gobierno de combatir a las izquierdistas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que aún tienen una considerable presencia en las selvas del sur de este país sudamericano, cerca a la frontera binacional.
"Perú tiene la firme convicción por haber sufrido y por seguir sufriendo las consecuencias nefastas del terrorismo, de combatir en coordinación con el Gobierno de Colombia para impedir cualquier huida, cualquier ocultamiento de los terroristas de las FARC en territorio peruano", afirmó Rey.
"Eso junto con el combate al narcotráfico y a los cultivos ilegales que evidentemente por el éxito que está teniendo Colombia en su propio territorio, están buscando territorios en países vecinos y Perú no piensa permitirlo", precisó el funcionario en una conferencia de prensa.
Colombia y Perú comparten una frontera de 1.626 kilómetros en la selva amazónica, pero la cooperación entre los dos países ha impedido que las FARC penetren a territorio peruano para evadir la ofensiva de los militares de este país, ordenada por el presidente Alvaro Uribe y apoyada por Estados Unidos.
Los cancilleres y ministros de Defensa de los dos países sostuvieron una reunión en Bogotá en la que ratificaron acuerdos para combatir el narcotráfico, la guerrilla, el crimen organizado y mantener la cooperación judicial, militar y de policía.
El ministro de Defensa de Colombia, Gabriel Silva, destacó la colaboración con Perú y dijo que es un ejemplo para toda la región porque ha impedido que la frontera de los dos países se convierta en un bastión de la guerrilla y del narcotráfico.
"Aquí no se trata de anunciar nuevos instrumentos, pero sí de anunciar la voluntad política y operacional de ir más lejos en impedir que la frontera se convierta en un bastión para los narcoterroristas y el crimen organizado", afirmó Silva.