Así lo indica la Asociación de Contribuyentes del país, que indica que el total para ese año ascendió a S/ 140 millones (US$ 42 millones).
Según la Asociación de Contribuyentes del Perú, en 2018 sólo se utilizó el 67% del total del presupuesto para medicamentos para cáncer. Esto equivale a 94 millones de soles o US$ 28,2 millones, de un total de 139 millones de soles o US$ 42 millones, para ese año.
El organismo destaca que en el país 14 de las 18 partidas referidas al cáncer se han incrementado, pero “la ejecución de las mismas deja mucho que desear”, señalan. Los datos analizados “demuestran una inadecuada planificación. Un manejo presupuestal así de desordenado genera más ineficiencias, ya que se realizan compras cuando no se debería, o se compra menos y sale más caro comprar”, agregan.
La Asociación establece que este tipo de presupuesto ha resultado incontrolable e imposible de fiscalizar por la ciudadanía y por el mismo Estado. “El costo de oportunidad de tener recursos que no se ejecutan es tremendo, ya que esos recursos inutilizados pudieron asignarse a otras áreas del Estado que sí le darían ejecución eficiente”, indican.
Otro hecho identificado por el grupo de contribuyentes, indica que además de que se compra poco en el sistema de salud de Perú, se compra mal. “Las autoridades responsables de adquirir los tratamientos optan por tecnologías desfasadas de los últimos avances en el campo médico”, expresan. El país tiene un retrasdo promedio de tres años sobre el año de aprobación de la FDA, y no siempre están disponibles, acusan.
Cómo se mejora
La Asociación destaca que para mejorar el sistema de salud se deben realizara los siguientes procesos:
- Priorizar la reforma de la ley general de medicamentos especialmente para acelerar el ingreso de medicamentos que han sido validados por estándares internacionales confiables y para poner más filtros a aquellos medicamentos que no reúnen las condiciones de intercambiabilidad.
- Realizar compras centralizadas, que permitan negociar mejores precios. Para esto se necesita integrar los procesos de evaluación y adquisición de productos farmacéuticos en una gran entidad independiente y sólida, al estilo de la FDA.
- Desarrollar incentivos para los funcionarios. Debe haber mecanismos de bonificación por desempeño que premien la eficiencia y castiguen la ineficiencia.