Estas habilidades son aquellas que guardan relación con las aptitudes, los rasgos de personalidad y los conocimientos sociales.

Debido a que el rol de los gerentes generales es determinante para la generación de valor, sostenibilidad y trascendencia de cualquier organización, tan importante es la formación superior de un ejecutivo (máster, MBA, doctorados y cursos suplementarios) como las habilidades blandas que éste posea.

"Los gerentes generales son removidos o poco exitosos por ausencia de competencias blandas más que por formación o experiencia (habilidades duras)", sostienen Juan Pablo Delgado, director de ND Executive Search, firma especializada en la búsqueda de ejecutivos y miembros de directorios. 

Según el experto, “ésta es una deducción clara a la que hemos llegado a partir de nuestra experiencia profesional de más de 35 años de observación”. 

Pero, ¿qué son habilidades blandas? Se refiere a aquellas que guardan relación con las aptitudes, los rasgos de personalidad y los conocimientos sociales. Es decir, autonomía, autoliderazgo, coherencia, humildad, capacidad de atención y de escucha, responsabilidad personal y social, capacidad de reflexión… “Carecer de estas capacidades ocasiona que el ejecutivo pierda capacidad de liderazgo en la empresa y, por ende, disminuya su producción”, asegura Delgado. 

Por esto, se ha creado el “Programa de Certificación para Gerencia General - PGG”, que ha sido desarrollado por ND Executive Search y Centrum Católica Graduate Business School para brindar a los participantes un conjunto de herramientas prácticas que les permitan complementar su experiencia y conocimiento con el desarrollo de las competencias blandas necesarias para asumir con éxito el cargo de gerente general. 

“Este programa, que se encuentra dentro del portafolio de programas de Formación de Certificación de Miembros de Directorio y (futuros) Gerentes Generales, han sido creación y desarrollo de ND Executive Search y por las necesidades del mercado laboral”, señala el vocero Juan Pablo Delgado. 

Según una encuesta de Deloitte sobre las tendencias de capital humano de 2018, “los empleadores están invirtiendo en programas de bienestar como una responsabilidad social y una estrategia de talento. Más del 50% de los encuestados ven una variedad de tales programas como “valiosos” o “de gran valor” para los empleados, pero aún existen grandes brechas entre lo que los empleados valoran y lo que las empresas están entregando”.