Especialistas señalan que la mayoría de personas con hepatitis B no presentan síntomas. Por tanto, un tamizaje rutinario para una detección temprana puede salvar vidas.
Con la finalidad de proteger a la población contra la cirrosis y el cáncer de hígado, el Ministerio de Salud de Perú promueve las acciones de vacunación contra la hepatitis B.
Considerada como el segundo carcinógeno más importante después del tabaco, esta enfermedad puede prevenirse desde el nacimiento a través de la vacunación, la que está disponible actualmente en los establecimientos de salud del Minsa.
“La vacunación contra la hepatitis B previene las consecuencias crónicas de la infección; por ello es importante recibir las tres dosis de la vacuna para que la nueva generación esté protegida de una de las enfermedades más infecciosas, incluso de 50 a 100 veces más infecciosa que el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH)”, destacó la directora de Prevención y Control de VIH, Enfermedades de Transmisión Sexual y Hepatitis del Minsa, Patricia Segura.
Durante una jornada científica realizada como parte de los Tópicos Selectos en Salud Pública, los especialistas invitados señalaron que la mayoría de personas con hepatitis B no presentan síntomas. Por tanto, un tamizaje rutinario para una detección temprana puede salvar vidas.
Los departamentos que registraron más casos de Hepatitis B en el año 2016 son Ayacucho, Lima, Cusco, Loreto y Junín, según la notificación de casos del Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de las Enfermedades del Minsa.
La hepatitis B se trasmite por el contacto directo con la sangre o fluídos del cuerpo de una persona portadora del virus. También el virus puede transmitirse de una madre al bebé durante el parto.
“Todas las personas pueden acudir a los establecimientos de salud para realizarse el diagnóstico y recibir tratamiento. El Minsa cuenta con personal calificado para el tratamiento de la hepatitis B”, precisó Segura.