El método que desarrollarán permitirá diagnosticar a los niños de las zonas más alejadas, donde no hay personal médico -y menos infraestructura- para tomar muestras de sangre en forma segura y rápida. Lo que permitirá al Estado, que busca bajar 18% la anemia infantil, actuar con sus programas.
Más allá de su empuje empresarial, hay en Lima Norte una creciente producción científica de sus centros académicos. El trabajo en equipo entre universidades públicas y privadas les ha permitido ganar concursos de Innóvate Perú.
Los médicos encendían una pequeña linterna y bajaban los párpados del paciente. Si la coloratura era pálida o había escasa vascularización, se sospechaba que el paciente estaba bajo en hierro, ergo, tenía anemia.
Un grupo multidisciplinario de dos universidades de Lima Norte trabaja para dinamizar esta técnica: bastará tomar una fotografía de los párpados inferiores con un smartphone, enviarla a una aplicación (app) a una base de datos y, en 30 segundos, se podrá diagnosticar si el niño sufre de la anemia o no. Para ello desarrollan un algoritmo.
Batalla con la anemia
La Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH) y la Universidad de Ciencias y Humanidades (UCH) ganaron con su propuesta el reto de innovación de tamizaje de anemia sin tomar muestras de sangre, lanzado por el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis), a través de Innóvate Perú.
El método que desarrollarán permitirá diagnosticar a los niños de las zonas más alejadas, donde no hay personal médico -y menos infraestructura- para tomar muestras de sangre en forma segura y rápida. Lo que permitirá al Estado, que busca bajar 18% la anemia infantil, actuar con sus programas.
“La idea es que sea un método portátil, simple, rápido, barato, y que no sea invasivo, para que no comprometa la salud del niño”, explica Mirko Zimic, jefe de laboratorio de Bioinformática y Biología Molecular de la UPCH.
“Hoy las técnicas de inteligencia artificial pueden analizar imágenes digitales con resultados tan similares como podría desarrollar un humano entrenado”, explica por su parte Avid Roman González, jefe del laboratorio de Investigación en Tratamiento de Imágenes (Intilab) de la UCH.
¿Cómo se trabajará?
Un trabajador comunitario del programa Cunamás, del Midis, podrá tomar la foto, enviarla a los servidores de cálculo junto con datos como edad, sexo y altitud del poblado georreferenciado.
El algoritmo procesará la información, medirá el grado de vascularización, el nivel de intensidad de color, y lo ajustará por la altura. Y la información será remitida al trabajador y también alimentará una base de datos.
La UPCH y la UCH tienen 18 meses para desarrollar el algoritmo, gracias al procesamiento de imágenes y técnicas de inteligencia artificial, y el desarrollo de sistemas de telemedicina y telediagnóstico.
La app será probada en comunidades de costa, sierra y selva, ya que la altura “es un confusor natural de los niveles de hemoglobina”, explicaron. Las pruebas irán a la par de pruebas tradicionales bioquímicas de sangre y así se “entrenará” el algoritmo. La tecnología en la lucha contra la anemia. Y bastará un clic.
El celular y su relación con el cáncer
Las grandes dudas del hombre de hoy y la sociedad de consumo son asuntos pedestres como, ¿qué consecuencias tiene contestar el celular pegado a la cabeza?, ¿es bueno el uso del bluetooth?, ¿cuánto afectan las hondas a quienes usan marcapasos?
El equipo es de fabricación europea, cuesta 850.000 soles (US$ 261.607) y se llama “Sistema de medición de coeficiente de absorción específica”.
¿Su función? Mide las radiaciones no ionizantes. En sencillo, permitirá evaluar “en qué nivel un equipo inalámbrico (laptop, celular y cualquiera que emita ondas electromagnéticas) es capaz de elevar un grado de temperatura en el volumen tejido biológico”, explica el investigador. Es decir, elevar la temperatura de nuestro cuerpo.
Las pruebas que permitirán hacer el equipo ayudarán a comprobar o descartar que los celulares nos ocasionan cierto tipo de enfermedades o el cáncer.
Mark Clemente, líder de grupo de radiofrecuencia y microonda de Inictel-UNI, explica que su institución y la UCH están interesados en ver cuándo empieza a calentar el celular nuestro cerebro (el llamado “coeficiente de absorción específico”).
Ambas universidades se asociaron y ganaron en Innóvate Perú el financiamiento para equipamiento científico. El equipo será el primero en su tipo en el Perú y estará dedicado para la investigación de todas aquellas universidades que lo soliciten.
Para certificar celulares
Clemente explica que, en otros países, este equipo lo utilizan las entidades certificadoras para aprobar el ingreso de equipos inalámbricos en un país. “En el Perú no existe este equipo y solo nos queda confiar en que los fabricantes hayan pasado esta prueba en otros países”, dice Avid Roman-González.
El Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) ya ha mostrado su interés en trabajar con ambas universidades. La ciencia al servicio de la ciudadanía.