Una comisión del organismo de defensa de la competencia recomendó sancionar con US$10 millones a las filiales de Orient-Express Hotels, por prácticas "abusivas" contra sus competidores.
Lima. El organismo de defensa de la competencia de Perú podría imponer una multa de hasta US$10 millones contra las filiales locales de Orient-Express Hotels, que operan el lucrativo tren turístico de Machu Picchu.
Según un documento obtenido por Reuters, una comisión del Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y Protección de la Propiedad Intelectual (Indecopi) recomendó una sanción a las compañías por infracciones "muy graves" relacionadas a las prácticas "abusivas" contra los que serían sus competidores.
La posible multa y su valor todavía debe ser analizada por el directorio de Indecopi. La oficina de prensa de la institución confirmó que la investigación estaba en proceso, pero no dijo cuándo se tendría una disposición final.
Asimismo, fuentes del organismo dijeron que las compañías tienen hasta fines de este mes para entregar sus alegatos. Después de eso, Indecopi tiene 30 días más para entregar su conclusión.
Un portavoz de Orient-Express, que tiene una participación en 50 negocios de turismo de lujo en el mundo, señaló que no habían sido notificados sobre la posible multa de Indecopi.
En su sitio de internet, Orient Express afirmó que tiene "copropiedad y maneja PeruRail en Perú, que opera entre otras rutas, el servicio de trenes Cusco-Machu Picchu usado por casi todos los turistas en Perú".
Una empresa hermana de PeruRail, Ferrocarril Trasandino SA, tiene la concesión para la administración y mantenimiento de las vías férreas.
La decisión de Indecopi se dio en momentos en que PeruRail la empresa enfrenta una disputa con dos nuevas empresas, Inca Rail y Andean Railways.
Por años, ambas firmas trataron de colocar sus trenes en la ruta hacia Machu Picchu -una de las siete nuevas maravillas del mundo- y reclamaron retrasos.
Inca Rail comenzó a operar algunos tramos justo antes de que lluvias y deslizamientos de lodo y piedras bloquearan en enero la línea férrea hacia Machu Picchu, mientras que Andean Railways justo preparaba trenes de prueba.
Los trabajos de reconstrución de la vía férrea que conduce a Machu Picchu deberían terminar antes del 1 de abril.
En febrero, Orient-Express reportó pérdidas por US$16,8 millones en el cuarto trimestre, e ingresos por US$113,6 millones.
Más de un millón de personas visitan Machu Picchu cada año. La mayoría de visitantes compra un boleto de tren de unos 100 dólares para ir y regresar a la ciudad del Cusco, pero un asiento en el vagón de lujo puede costar más de 500 dólares.
Además del tren, el único camino para llegar a las ruinas de la ciudadela inca Machu Picchu es un trayecto a pie de cuatro días por las montañas andinas.
El gobierno peruano privatizó las líneas de tren en 1999, cuando las unidades de Orient-Express y sus socios ganaron una concesión por 30 años. En el 2008, el gobierno rechazó un pedido para extender la concesión por otros cinco años.