El martes los precios del mercado de petróleo fijo ajustado se redujeron un 7% ante la preocupación de que los aumentos de tasas de interés descaderen el crecimiento económico y afecten a la demanda.

El petróleo subía el miércoles, un día después de ubicarse por debajo de los US$ 100 por barril por primera vez desde abril, aunque las ganancias se veían limitadas por un informe de oferta de Estados Unidos y la precaución antes de datos de inflación de Estados Unidos.

A pesar de un mercado de petróleo físico ajustado, los inversores han vendido futuros de crudo por la preocupación de que los aumentos agresivos de las tasas de interés para frenar la inflación desaceleren el crecimiento económico y afecten la demanda. Los precios se desplomaron más del 7% el martes en operaciones volátiles.

El crudo Brent subía 80 centavos, o un 0,8%, a US$ 100,29 el barril a las 1120 GMT. El West Texas Intermediate de Estados Unidos ganaba 74 centavos, o un 0,8%, a US$ 96,58.

“Aunque no descarto más sorpresas a la baja, creo que la reciente liquidación podría estar siendo un poco exagerada", dijo Jeffrey Halley, de la correduría OANDA.

El Brent ha bajado considerablemente desde que alcanzó los US$ 139 en marzo, cerca del máximo histórico alcanzado en 2008. Las renovadas restricciones por el COVID-19 en China han afectado al mercado esta semana.

La caída de los futuros de crudo aún no se ha reflejado en el fuerte mercado físico del petróleo. El crudo Forties, uno de los grados que sustentan los futuros del Brent, se ofreció el martes a una prima récord respecto al referencial de más US$ 5,35 el barril.

En el radar de los inversores el miércoles están los datos de precios al consumidor de junio de Estados Unidos, que los economistas esperan que muestren que la inflación se aceleró un 1,1% mensual y un 8,8% anual.

Y para el mercado del petróleo, el último reporte de suministros de la Administración de Información de Energía estará en el punto de mira. Los analistas esperan una disminución en los inventarios de crudo y gasolina.

Aun así, según cifras del grupo de la industria Instituto Americano del Petróleo (API), citadas por fuentes el martes, las existencias de crudo aumentaron alrededor de 4,8 millones de barriles, lo que influyó en los precios.