Más de 120 obras del maestro Oswaldo Guayasamín, entre dibujos en lápiz, carboncillo, acuarelas y óleos, se exhiben hasta el 3 de julio en la fundación que lleva su apellido, en el noreste de la capital.

 

Pablo Guayasamín, miembro del directorio de la fundación, explicó que son obras que no se habían expuesto antes. “(...) Estaban en colecciones privadas, la mayoría de las obras eran de colección de mi madre, Maruja Monteverde, y ella ha hecho una donación de todo lo que recibió cuando se separó del maestro”, indicó.

 

Además, se las presenta como un homenaje por los 17 años del fallecimiento del artista.

 

 

Algunas de las obras datan de 1935, cuando aún se encontraba en la Escuela de Bellas Artes (Universidad Central), adonde ingresó en 1933 y se graduó de pintor y escultor en 1940. “Reflejan la angustia, el dolor humano, la desesperación, una madre que no tiene una gota de leche más para dar a su niño, todos esos momentos de incertidumbre, de no saber cuál es el futuro de esa niñez, ni de esa juventud”, señaló el ejecutivo.

 

Una vez que termine la exhibición, denominada "Piel adentro", podría haber una muestra itinerante. 

 

 

Según la Fundación Guayasamín, el título de la exposición recuerda el concepto con el que el maestro se refería a los sentimientos más profundos del ser humano: muchas veces del contacto con la naturaleza, que se traducía en un paisaje o unas flores; también al interpretar la personalidad y los colores cuando alguien era retratado por él; de la música, del amor o de la intimidad del desnudo.

 

Tatiana Romanienko, de la Unidad de Investigación de la Fundación Guayasamín, expresó que trabajaba con los bocetos, “pero atrás de esta perfección había un duro trabajo preliminar, a veces para un óleo hacía hasta 200 bocetos”, algunos se exhiben ahora. 

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