La planta no solo ayuda a generar electricidad en condiciones de poca luz, además es menos costosa y más ecológica que las células solares de silicio tradicionales.
Un estudiante y su profesor en la Universidad Nacional de Chiayi, ubicada en la parte sur de Taiwan, han desarrollado un método para utilizar un tinte natural extraído de la pitahaya o fruta dragón afin de fabricar celdas solares sensibilizadas por colorantes (DSSC, siglas en inglés).
La técnica propuesta, libre de contaminación y de bajo costo, se publicó en la edición del 4 de febrero del Institute of Electrical and Electronic Engineers (IEEE) Sensors Journal.
El IEEE está dedicado a promover la innovación tecnológica y la excelencia. Cuenta con aproximadamente 425.000 miembros en unos 160 países.
Los métodos actuales de fabricación de las celdas solares de silicio tradicionales son complicados, de alto costo y deben realizarse en un medio libre de polvo, explicó Chiang Cheng-ta, profesor de ingeniería eléctrica y coautor del informe de investigación con su estudiante, Chien Liang-yu.
En comparación, una de las características más atractivas de las DSSC es su bajo costo de producción, afirmó Chiang, ya que por ejemplo, estas DSSC pueden fabricarse en instalaciones a temperatura ambiente y tampoco ocupan cuartos al vacío.
La fabricación de las DSSC es simple y se elaboran principalmente con colorantes sintéticos, indicó Chiang, quien advirtió que este tipo de colorante puede causar contaminación del producto.
La pitahaya tiene mucha ventaja como colorante ya que ayuda a generar electricidad en condiciones de poca luz, y es menos costosa y más ecológica que las células solares de silicio tradicionales, aseveró Chiang. Después de probar diferentes tipos de extractos de fruta, como arándanos y granadas, el equipo descubrió que la pitahaya supera a otras a la hora de absorber la luz solar como la clorofila en las hojas verdes.
En total, llevó dos años realizar el estudio sobre el desarrollo de las DSSC con colorantes orgánicos como materiales alternativos.
Por su parte, Chien, estudiante de último año en la universidad, reveló que planteó la idea de realizar el estudio como alternativa energética para Taiwan.