La parte de la ciudad más buscada por los visitantes es la faja entre el mar y la montaña, con playas bellísimas y famosas como Copacabana, Ipanema y Leblon, al alcance de todas las personas que sólo les basta atravesar una calle.
Una de las ciudades más emblemáticas del planeta, Río de Janeiro, es seguramente un destino de ensueño para viajantes de todo el mundo que se deslumbran al ver las fotos de las playas, del cerro Pan de Azúcar, la estatua del Cristo Redentor y del legendario estadio Maracaná.
Rio es la segunda más grande metrópoli de Brasil, con unos seis millones de habitantes. La parte de la ciudad más buscada por los visitantes es la faja entre el mar y la montaña, con playas bellísimas y famosas como Copacabana, Ipanema y Leblon, al alcance de todas las personas que sólo les basta atravesar una calle.
Ubicada en las orillas de la Bahía de Guanabara, descubierta en 1502 por el navegador portugués Gaspar de Lemos, la región llegó a ser ocupada por franceses entre 1555 y 1967.
Durante la guerra para expulsión de los franceses, Estacio de Sá fundó oficialmente en 1565 la ciudad de San Sebastian de Rio de Janeiro. En 1763, Río se convirtió en capital de la colonia y en 1808 se volvió centro del Imperio Portugués, con la llegada de la familia real de Portugal que había dejado la Europa a raíz de las Guerras Napoleónicas.
En 1822, con la Independencia, siguió como capital, ahora del Imperio brasileño y se mantuvo como centro político del país con la República en 1889 hasta 1960, cuando la capital nacional fue trasladada a la recién construida Brasilia. Sin embargo, Rio de Janeiro sigue siendo la 'capital cultural' de Brasil, con su Carnaval y su fiesta de final de año en la playa de Copacabana que suele reunir a millones de personas.
Conocida mundialmente por el apodo de 'Ciudad Maravillosa', su paisaje urbano ha sido considerado en 2012 por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura como Patrimonio Cultural de la Humanidad. Además, el Cristo Redentor -una estatua de 38 metros de alto hecha de hormigón en 1931 y ubicada en el tope del cerro Corcovado, que parece abrazar la bahía de Guanabara- fue elegido recientemente como una de las siete maravillas del mundo moderno.
En Río se encuentra también la 'Floresta da Tijuca', la selva urbana más grande del mundo y que ha sido plantada bajo órdenes del rey Joao VI. Asimismo, se debe al monarca portugués la creación en 1808 del Jardín Botánico, que reúne 8.000 especies de flores y plantas de Brasil y del mundo, incluyendo palmeras imperiales de la época de la fundación.
La vida nocturna de la ciudad, que solía concentrarse en los barrios playeros de Copacabana, Ipanema y Leblon, se ha ampliado en los últimos años para incluir al barrio bohemio de Lapa, en el centro de Río que hoy reúne a decenas de bares, restaurantes y lugares para bailar el samba, otros ritmos brasileños como el 'forró', importado del noreste del país y, claro la música electrónica.
Ciudad brasileña donde los deportes son una pasión de gran parte de los habitantes, que llenan las playas para correr, jugar el voleibol o hasta hacer ejercicios físicos, Río de Janeiro tiene obviamente una vena futbolera importantísima, a punto de sus cuatro principales equipos -Flamengo, Fluminense, Botafogo y Vasco da Gama- que tienen aficionados en todo el país.
Una de sus más conocidas tarjetas postales es el legendario estadio Maracaná, inaugurado en 1950, cuando Brasil albergó su primera y hasta ahora única Copa. Considerado en la época como el más grande estadio del mundo, el 'Maraca', como es cariñosamente llamado por los cariocas, fue el escenario de la final del Mundial, cuando Brasil sufrió su gran tragedia deportiva al perder el título para Uruguay, que venció por 2-1 en el partido que pasó a la historia con el nombre de "maracanazo".
Para el Mundial de 2014, cuando también albergará la final, el estadio ha sido totalmente reformado y la única cosa que restó del gigante que llegó a albergar 200.000 personas fue el formato oval que lo hizo conocido en todo el mundo.
El 'nuevo' Maracaná tiene capacidad para sólo 78.000 espectadores, que disfrutarán de una clara visión de la cancha desde cualquier punto de la arena y de todas las comodidades de los estadios más modernos del mundo.
El estadio recibirá a siete partidos durante la Copa. Las selecciones de Argentina y Bosnia tendrán el privilegio de inaugurar el Mundial en el Maracaná, el 16 de junio.
Dos días después, será la vez de España y Chile, algo que no traerá buenos recuerdos a la 'Furia' que cayó en esa misma cancha, por goleada 3-0 ante Brasil en la final de la Copa Confederaciones, el año anterior.
Bélgica y Rusia se enfrentarán el 22 de junio y Ecuador y Francia cerrarán la fase de grupos en el 'Maraca', el 26 de junio. Luego, el estadio recibirá a un partido por octavos de final, otro por cuartos y la final, única posibilidad de la selección nacional de jugar en Río de Janeiro.