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Playas del oeste de México ofrecen un santuario para el turismo homosexual
Lunes, Diciembre 29, 2014 - 08:09

La franja de playas que va desde Puerto Vallarta, Jalisco, hasta San Blas, Nayarit, es el principal destino turístico para los miembros de la comunidad lésbico-gay que vienen de países como Estados Unidos y Canadá y, de manera creciente, de Europa y Sudamérica, según revistas especializadas en este segmento.

La creciente oferta turística, la posibilidad de tener una boda simbólica y un ambiente de no discriminación han convertido a la costa de los occidentales estados mexicanos de Jalisco y Nayarit en un paraíso para la comunidad homosexual internacional.

La franja de playas que va desde Puerto Vallarta, Jalisco, hasta San Blas, Nayarit, es el principal destino turístico para los miembros de la comunidad lésbico-gay que vienen de países como Estados Unidos y Canadá y, de manera creciente, de Europa y Sudamérica, según revistas especializadas en este segmento.

Richard Zarkin, portavoz de la Oficina de Visitantes y Convenciones de la Riviera Nayarit, dijo a Efe que esa agencia privada le apuesta a la comunidad homosexual de países como Brasil, Argentina y Chile, y a incrementar el número de estadounidenses y canadienses, considerados como un mercado cautivo.

Dijo que este tipo de turismo deja una derrama económica 30% mayor que la del segmento heterosexual y crece anualmente hasta 11% más.

En Nuevo Vallarta, Punta Mita, Sayulita y San Francisco (Nayarit), dos hoteles ofrecen bodas simbólicas y paquetes de luna de miel para personas del mismo sexo y dos más tienen certificado "Out Now", otorgado a establecimientos con personal capacitado para dar atención integral al mercado homosexual, según la empresa australiana de marketing en este segmento Out Now Global.

Ofrecer la bodas simbólicas ha sido un factor para atraer a parejas del mismo sexo pues en estas ceremonias se trata "de unir no cuerpos, sino almas, y el alma no tiene sexo", dijo Enrique Alejos, creador del concepto y quien ha organizado unas cuatro bodas de este tipo en los últimos dos años.

Estas ceremonias tienen su origen en un ritual prehispánico en que la pareja "se une a nivel espiritual mediante los cuatro elementos" frente a sus amigos y familia.

Cada año, durante dos semanas, llegan a Nuevo Vallarta los cruceros "Atlantis" y "Olivia", exclusivos para turistas homosexuales, muchos de ellos empresarios de Estados Unidos y Canadá que buscan un sitio para divertirse.

Charles, originario de Canadá, dijo a Efe que viene a esta región cada año porque no tiene que preocuparse del "qué dirán".

"Lo aceptamos totalmente (a este turismo). Han llegado cada vez más y les gusta la tranquilidad del pueblo. No hay discriminación de ningún tipo. Incluso muchos vienen de luna de miel", dijo Marcelo Couto, gerente de un hotel boutique en la pequeña playa de San Francisco.

También Puerto Vallarta (Jalisco) ha desarrollado una amplia oferta para el turismo homosexual en la playa Los Muertos, conocida como la "zona romántica" al sur de esa ciudad costera.

Al menos 12 hoteles son "gay friendly" y uno de ellos es exclusivo para este segmento, y una serie de bares, restaurantes, tiendas de artesanías y ropa, negocios de masajes y paseos turísticos están enfocados en la comunidad lésbico-gay.

Matthew Torten, originario de Estados Unidos, visita Puerto Vallarta desde hace 12 años. Esta vez se tomó unas vacaciones para huir del incipiente invierno en ese país y celebrar los 50 años de su pareja.

"Siempre nos sentimos cómodos. No somos personas de problemas y aquí nos respetan. Es una playa limpia, divertida, y la gente que nos atiende siempre es amable", dice mientras toma el sol.

Fidencio Cuevas, dueño del establecimiento hotelero para turismo homosexual más conocido de Vallarta, con unos 40 años de antigüedad, asegura que la cifra de estos visitantes se ha incrementado 60% en la zona en los últimos 10 años, en gran medida por el trato que reciben de los lugareños.

Afirma que los habitantes ya están acostumbrados a tratar a esta comunidad. Muchos extranjeros decidieron establecerse y emprender sus propios negocios en la zona y son quienes han impulsado a Vallarta como destino gay.

"La mayoría son de dinero y gastan más", dice Mariana García, una vendedora de paseos en barco. Concluye que de mantenerse esta tendencia, "ellos serán bienvenidos".

* Crónica EFE

Autores

Mariana González