El desempleo y estrés fueron otros dos de los factores sicosociales detectados como detonantes de este padecimiento.

El desempleo, la pobreza y los eventos estresantes son tres de los principales factores sicosociales asociados a la depresión en jóvenes, señala un estudio de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

De acuerdo con las conclusiones de la Facultad de Psicología, esta enfermedad, que ocupa el primer lugar entre los trastornos incapacitantes en la población adolescente a nivel mundial, también se vincula a condiciones biológicas y grupos sociales.

"Si hay antecedentes familiares se deben evitar los posibles detonantes, como comportamientos inadecuados y estresores”, advirtió Silvia Morales Chainé, de la Facultad de Psicología de la UNAM.

La coordinadora de los Centros de Formación y Servicios Psicológicos de la Facultad de Psicología de la UNAM destacó que en México uno de cada cuatro adolescentes está en riesgo de padecer depresión alguna vez en su vida.

Además, una de cada cinco personas tarda entre cuatro y 20 años en tomar una terapia para atender algún padecimiento mental.

En este contexto refirió que la depresión se ha convertido en un problema serio de salud y su morbilidad pudiera deberse a que tiene distintas condiciones o riesgos, vinculados al estado de ánimo, emociones y alteraciones en la vida cotidiana.

Ante ello planteó que quienes tienen un primer contacto con los jóvenes deben observar si tienen dificultades para llevar a cabo labores habituales, y estar atentos a indicios como expresar frecuentemente sentimientos de tristeza.

Detalló que en niños y adolescentes se observan problemas de actitud, enojo y ansiedad como indicadores de depresión.