Regional, controlada por la familia Cisneros -la más rica de Venezuela- ha tenido más facilidades para el desarrollo de su negocio mientras Polar, su mayor competidora, dijo que, en el marco del férreo control cambiario existente desde 2003 en el país, dejó de recibir dólares preferenciales y las inspecciones a sus plantas, detenciones de gerentes y amenazas de expropiación del gobierno, se multiplicaron.
Caracas. Asfixiados por la falta de insumos, los dos mayores fabricantes de cerveza en Venezuela, Polar y Regional, reclamaron públicamente el año pasado al Gobierno por el retraso en la asignación de dólares, indispensables para importar lúpulo, cebada y hojalata.
El comunicado, emitido por la Cámara de Fabricantes de Cervezas (Caveface), integrada únicamente por ambas firmas, crispó los ánimos del Gobierno socialista de Nicolás Maduro, según fuentes de la industria.
Semanas más tarde, tras varias reuniones discretas con ejecutivos de Regional, representantes del Gobierno acordaron vender a la firma de la familia Cisneros -la más rica de Venezuela- las divisas para importar materia prima, ampliar una de sus plantas y cancelar parte de su deuda con proveedores internacionales, según fuentes conocedoras de las negociaciones.
Pero Polar, su mayor competidor, dijo que, en el marco del férreo control cambiario, dejó de recibir dólares preferenciales desde fines del año pasado y las inspecciones a sus plantas, detenciones de gerentes y amenazas de expropiación se multiplicaron: la guerra de las cervezas había comenzado.
"Estamos sujetos a un tema de discriminación que es público y notorio: hemos pedido (divisas) incontables veces en el año, todos los días, y no nos han asignado nada, ni una vez", se quejó Marisa Guinand, directora general de Cervecería Polar, una empresa que ha denunciado la política económica del Gobierno.
"Seguiremos insistiendo hasta que nos sean asignadas las divisas como se les asigna al competidor (Regional) y a muchas otras empresas del mercado", agregó la ejecutiva en el edificio de la compañía en una zona industrial de Caracas, que está repleto de carteles que dicen "Sin cebada no podemos producir".
Reuters no pudo comprobar las denuncias de Polar, que, a pesar de todo, controla cerca del 80% del mercado -el segundo más grande de Sudamérica-, ya que el Gobierno no respondió a solicitudes de comentarios.
Regional niega el supuesto favoritismo, aunque el imperio de Cisneros y el "chavismo" han tenido acercamientos en el pasado.
Por ejemplo, a mediados del 2004, en plena campaña para revocar a Hugo Chávez, el multimillonario Gustavo Cisneros -tío de Andrés Cisneros, actual presidente de Regional- se reunió con el fallecido mandatario en una base militar de Caracas, bajo el auspicio del ex presidente estadounidense Jimmy Carter.
Pese a que Cisneros dijo que no había pactado con Chávez, su canal de televisión, Venevisión, cesó sus críticas al Gobierno y su principal rival, RCTV, fue sacada del aire, convirtiendo a la emisora del magnate en la mayor del país.
"Acoso y discriminación". A principios del 2003, Chávez implantó el control cambiario en Venezuela, obligando a las empresas a acudir al Estado para adquirir dólares necesarios para importar bienes o materia prima que no se producen en casa.
Pero la crisis, agudizada tras el desplome de los precios internacionales del petróleo, está secando las arcas del país con las mayores reservas de crudo del mundo. Por eso, cada vez otorga menos divisas: en lo que va del año apenas se vendieron US$18 millones diarios, un 63% menos que en el 2015, según cálculos de la firma privada Ecoanalítica.
El administrador estatal de las divisas, Cencoex, no ha publicado sus estadísticas desde el 2012, ni respondió a preguntas de Reuters para este reportaje.
A pesar de la falta de dólares, que ha afectado a otros rubros como alimentos y medicinas, días después del comunicado conjunto de las cerveceras, Regional bajó el tono al aceptar que tenía "suficiente materia prima e insumos para el pleno abastecimiento de sus productos".
Para Polar, esas declaraciones fueron la gota que rebosó el vaso y las empresas, que antes se habían prestado insumos vitales para elaborar cerveza, se enemistaron.
"Para el tamaño y las necesidades que tenemos, hemos tenido un acceso (a dólares) medianamente regular", confesó Carolina Requena, gerente de marketing de Cervecería Regional.
"Desde febrero hemos recibido (divisas) para funcionar. Hemos pedido cuatro veces y nos han dado cuatro veces, aunque menos de lo que hemos pedido", agregó la ejecutiva de 45 años en las oficinas de la firma en Caracas.
Otras cervecerías más pequeñas dijeron a Reuters que también han recibido puntualmente las asignaciones de divisas estatales para importar materia prima, a pesar de que, juntas, producen menos del 1% de la cerveza del país.
Para Polar, la exclusión salta a la vista, por lo que acudió en agosto a la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para denunciar al Gobierno por "acoso y discriminación".
La firma denunció constantes conflictos laborales con sindicatos cercanos al Gobierno. Además, asegura haber sido objeto de casi 800 inspecciones del Ministerio del Trabajo este año y que militares apresaron brevemente a una decena de sus gerentes de plantas y agencias de distribución acusándolos de negarse a reponer a trabajadores suspendidos.
En abril, incapaz de producir por la escasez de materia prima, Polar se vio obligada a parar sus cuatro plantas, dejando a Regional a sus anchas.
Hoy, a pesar de haber obtenido un préstamo del banco español BBVA por US$35 millones para adquirir materia prima importada, sólo ha podido reactivar la mitad de sus fábricas en un alicaído mercado golpeado por la grave crisis económica.
En esas condiciones, trabajando al 40% de su capacidad instalada, Polar contará con materia prima hasta enero del 2017. Más allá de esa fecha, el futuro luce sombrío, aunque ellos no pierden el optimismo: "estamos seguros que algún día nos las darán (las divisas)", dijo Guinand.
Golpe al bolsillo. Maduro suele señalar al jerarca de Polar, el multimillonario Lorenzo Mendoza, como uno de los principales responsables de la crisis económica y de desabastecimiento que afecta al país.
"Si no puedes con tus empresas, entrégaselas al pueblo que el pueblo sí puede. Bandido, ladrón, oligarca, traidor", le dijo Maduro meses atrás al ingeniero educado en Estados Unidos ante una multitud que pedía "que lo expropien, que lo expropien".
Pese a todo, la expropiación no pareciera estar en los planes que se estudian desde el palacio presidencial de Miraflores, según fuentes de la industria cervecera.
En Venezuela se toma más cerveza que leche: con 89 litros per cápita al año, el país petrolero es el mayor consumidor de Latinoamérica, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La bebida es un negocio tan rentable que incluso en plena crisis económica, Cervecería Polar subsidia a las otras firmas de Empresas Polar, el conglomerado privado más grande del país que también produce Pepsi, Gatorade y el maíz para las populares arepas.
Incapaz de producir a toda su capacidad, Polar ha cedido terreno ante Regional que, con sólo el 15% del mercado, ha logrado que sus cuatro tipos de cerveza sean los que más fácilmente se encuentren, según pudo comprobar Reuters en un recorrido por licorerías, supermercados y tabernas de Caracas.
"Parece haber una intención clara de que Polar quiebre", dijo un ejecutivo de Empresas Polar que solicitó el anonimato, pues no está autorizado a hablar del tema. "Parece que hay una decisión de estrangular con las divisas. El negocio cervecero es un buen negocio, es el que más dinero gana. (Por lo tanto) es una buena forma de estrangular a toda la corporación".
Según fuentes de la industria, la estrategia diseñada desde Miraflores no incluiría sólo el cerco con divisas.
Parte del acuerdo al que habría llegado el Gobierno de Maduro fue entregarle a Regional el contrato de auspicio de los equipos de béisbol Tigres de Aragua y Tiburones de La Guaira, ambos manejados por cercanos aliados del chavismo.
Es así que para la temporada 2015-2016 Regional pasó de auspiciar uno a tres de los ocho equipos de béisbol venezolano, asegurándose una importante presencia en la temporada que arranca en octubre, cuando más cerveza se vende en el país.
"Lo que está a la vista es que en un sector donde prácticamente somos dos participantes, una tiene un trato y otra tiene otro", se quejó Guinand, directora de Cervecería Polar. "Nosotros tenemos una forma de hacer las cosas y Regional tiene la suya (...) la respetamos".