Funcionarios estadounidenses dijeron el sábado que no hay una solución todavía para reanudar las evacuaciones por razones médicas a Estados Unidos, paralizadas esta semana.
Puerto Príncipe. Los heridos más críticos del terremoto de Haití ya no pueden ser trasladados por soldados estadounidenses para ser tratados en Estados Unidos, lo que genera el temor a que algunos mueran por una disputa respecto a quién debe pagar por su tratamiento.
Funcionarios estadounidenses dijeron el sábado que no hay una solución todavía para reanudar las evacuaciones por razones médicas a Estados Unidos, que fueron paralizadas esta semana.
El gobernador del estado de Florida, Charlie Crist, está pidiendo al Gobierno federal compartir el costo de tratar a los heridos más serios del sismo del 12 de enero y que necesitan ciudado médico especializado en hospitales de Estados Unidos.
"El sistema de salud de Florida está rápidamente llegando a la saturación, especialmente en el área de traumatología de alto nivel. No seremos capaces de hacer este esfuerzo solos", comentó Crist en una carta al Gobierno federal enviada esta semana.
Crist solicitó a Washington enviar a algunos pacientes a otros estados y asegurar que a los hospitales se les pague por el tratamiento.
Cientos de personas ya han sido evacuadas hacia Estados Unidos para ser tratadas, la mayoría de ellos a hospitales de Florida, pero autoridades militares anunciaron la cancelación de los vuelos el miércoles dado que no sabían dónde ir.
La Casa Blanca dijo el sábado que "esta situación surgió luego de que se nos empezó a agotar el espacio" y que no existía una decisión política de suspender los vuelos de evacuación.
Las agencias gubernamentales, dijo el portavoz presidencial Tommy Vietor, "están trabajando en soluciones", incluyendo ampliar la capacidad en Haití para atender a los enfermos más críticos.
Mientras Florida insistió en que no estaba cerrando la puerta a las víctimas del terremoto, sí afirmó que se requiere un plan del Gobierno.
"No hemos rechazado ningún vuelo. No hemos pedido que los vuelos se detengan", afirmó John Cherry, portavoz de la división Florida de la Administración de Emergencias.
"Sólo necesitamos una mejor coordinación y planificación de nuestros socios federales, para poder asegurar que estamos prestos para ayudar y otros estados también", agregó.
Estadounidenses arrestados. En tanto, la policía haitiana informó el sábado que arrestó a 10 ciudadanos estadounidenses que intentaban sacar a 33 niños del país azotado por el destructor terremoto, en un presunto caso de adopción ilícita de menores.
Los cinco hombres y las cinco mujeres permanecían detenidos en la capital, Puerto Príncipe, tras ser arrestados la noche del viernes en Malpasse, el principal cruce fronterizo de Haití con República Dominicana, luego de que la policía haitiana realizara una inspección de rutina en su vehículo.
Laura Sillsby del grupo de Idaho dijo a Reuters desde su lugar de detención en el cuartel central de la Policía Judicial de Haití que tenían autorización "del Gobierno dominicano para llevar a los niños a un orfanato que tenemos allá".
Existen temores de que traficantes se puedan aprovechar del caos existente en el país tras el fuerte sismo que afectó a Haití el 12 de enero, con el fin de realizar adopciones ilegales.
En la catástrofe del 12 de enero murieron cerca de 200.000 personas, muchos más resultaron heridos y alrededor de un millón quedaron sin casa en la nación de 9 millones de habitantes.
Los trabajadores de agencias de ayuda han intentado conseguir comida para cientos de miles de sobrevivientes. Algunas reparticiones en Puerto Príncipe han sido caóticas, ya que hordas de jóvenes se pelean incluso a cuchillo por alimentos mientras las mujeres y los más viejos y enfermos quedan fuera.
El Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas dijo el sábado que comenzará a usar un sistema de cupones, los que sólo se entregarán a las mujeres. Las primeras distribuciones se realizarán en 16 lugares de la ciudad el domingo y seguirá por dos semanas. Cada familia recibirá una bolsa con 25 kilos de arroz.
Se espera que dos millones de habitantes puedan recibir la ayuda.