El proyecto fue creado por José Manuel Sánchez, Carlos Aravena y Nicolás Fuenzalida. Con operaciones en Perú y México, a la fecha existen 7.000 alumnos y este año la finalidad es abrir en Colombia, Argentina y España.
Hablar inglés más que un requisito es una necesidad, y aunque se tomen cientos de cursos, hablarlo de forma fluida resulta complicado, por ello Juan Manuel Sánchez creó Poliglota, una red de grupos de conversación que se reúnen en cafeterías y platican en este idioma.
"Partimos de la base de que en Latinoamérica sólo 2% de las personas son capaces de mantener una conversación en inglés y en México este porcentaje es del 5 %", menciona el emprendedor.
Entre las principales razones del porque no se tiene un fluidez, detalla Sánchez, es la forma de enseñar el idioma, ya sea la tradicional con un listado de verbo a memorizar o en línea que es algo similar sólo que por medio de una computadora.
"En ambos falta algo que es fundamental para aprender un idioma, practica. Un idioma es una habilidad, se necesita practicar para poder dominar".
El proyecto inició en Chile por José Manuel Sánchez, Carlos Aravena y Nicolás Fuenzalida, y a final de 2017 se iniciaron operaciones en Perú y México, a la fecha existen 7.000 alumnos y este año la finalidad es abrir en Colombia, Argentina y España.
En México, Poliglota llegó en enero de este año y ya cuentan con 700 alumnos en la Ciudad de México, donde se reúnen en cafeterías de colonias como Roma, Condesa, Santa Fe, Polanco, Cuauhtémoc y Coyoacán.
Los grupos
Para pertenecer a Poliglota sólo se requiere registrarse en su página en internet y después de un tiempo se recibirá una llamada de uno de los asesores, quien realizará un test de nivel, esto a fin colocar al estudiante en el grupo que esté tenga una fluidez similar a la de él.
Después, el alumno elige uno se los paquetes, tres o seis meses, entre otros, y comienza su experiencia con learning groups, que son grupos de conversación guiados por profesores expertos en el método y nativos en el idioma.
Cada grupo tiene reuniones dos veces a la semana por mes con una duración de 90 minutos y máximo son seis alumnos. Lo particular de estas sesiones es que se realizan en cafeterías, en "lugares que son por excelencia para mantener conversaciones".
Cuando se termina el curso el profesor hace una evaluación y recomienda un siguiente grupo, así "vas a ir avanzando de grupo en grupo a tu propio ritmo".
Sánchez menciona que con este método, una persona que conoce poco del idioma logra en 6 meses mantener una pequeña conversación, tal vez una conversación informal pero con gran nivel de desenvolvimiento, en un año se podrá mantener una entrevista de trabajo
Por qué una cafetería
Cuando se pensó en el lugar para enseñar la metodología, se descartaron lugares como el salón de clases, porque "venimos del concepto de que en una sala de clases te da pena hablar, porque se van a reír los compañeros. Creemos que el hecho de equivocarse no sólo es una buena opción, sino que es la única opción; así aprendimos el español. La mejor forma de aprender es equivocándonos".
Las cafeterías muestran lo contrario a los salones de clase, transmiten una sensación de relajación, confianza y camaradería. Además, de que existen un gran número de cafeterías, lo cual abre la posibilidad de que exista un grupo de Poliglota cerca del trabajo y en un horario ideal, al salir del trabajo.
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