Destacan que el país más perjudicado con el bloqueo económico estadounidense es precisamente Estados Unidos, debido a que éste es el mayor consumidor del petróleo venezolano, más allá de las diferencias ideológicas y políticas.
Caracas. Aunque las relaciones diplomáticas entre Venezuela y Estados Unidos enfrentan uno de los momentos más "complejos" de los últimos 16 años, es "poco probable" que haya un recrudecimiento de ambas partes, expresaron analistas.
En conversación con Xinhua, especialistas en el tema consideraron difícil que se profundicen las diferencias entre ambas naciones, especialmente mediante la adopción de medidas como un bloqueo económico por parte de Washington a Caracas.
El politólogo venezolano Alberto Aranguibel manifestó que una acción de ese tipo puede tener consecuencias "negativas", tanto para Estados Unidos como para el país sudamericano.
"De darse una medida de esa naturaleza, el primer afectado sería el imperio norteamericano que es el mayor consumidor del producto fundamental de la economía venezolana, el petróleo", afirmó el también comunicador y asesor de comunicación del gobierno.
Dijo que "nuestro primer cliente es Estados Unidos, a pesar incluso de las diferencias ideológicas o políticas que tengamos. Los acuerdos energéticos se han respetado a lo largo de toda la Revolución, como un compromiso de primer orden para nuestra nación", destacó.
Afirmó que mientras la Casa Blanca presiona en un intento por "asestar" un "golpe" certero contra Caracas, el gobierno del presidente Nicolás Maduro asume el compromiso de un pueblo decidido a defender su soberanía con la creciente solidaridad internacional.
El presidente Maduro pidió el pasado 13 de marzo a su homólogo estadounidense, Barack Obama, buscar en conjunto vías diplomáticas para solventar la actual coyuntura y encauzar las relaciones bilaterales por un mejor camino.
Aranguibel calificó como un hecho "irracional" por parte del gobierno de Estados Unidos la aprobación de un "cerco económico" contra Venezuela, ya que con ello puede sacrificar el abasto seguro de hidrocarburos a su sociedad.
El país ceunta con "capacidad de respuesta poderosa frente a la arremetida del imperio norteamericano con una eventual suspensión de relaciones comerciales, lo cual no está en este momento planteado", aclaró.
Estados Unidos pretende "desestabilizar" a Maduro e instalar un nuevo gobierno alineado a los intereses de la nación del norte, "que de acceso ilimitado a los cuantiosos y codiciados recursos naturales que posee Venezuela".
El secretario de Estado de la nación del norte, John Kerry, también solicitó a su Congreso el pasado 11 de marzo otorgarle al presidente Obama autorización para intervenir militarmente en cualquier país que considere oportuno.
La canciller venezolana, Delcy Rodríguez, declaró en respuesta que esa petición constituye por sí misma "una declaración de guerra" de Washington al resto del mundo.
El apoyo al gobierno venezolano se ha replicado con mensajes de solidaridad de jefes de Estado, mensajes oficiales, marchas de movimientos sociales en distintas latitudes y comunicados de organizaciones internacionales.
Es el caso de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), cuyos cancilleres se reunieron la víspera en la ciudad ecuatoriana de Quito (capital) para analizar la situación venezolana.
Los participantes exigieron a Washington "que evalúe y ponga en práctica alternativas de diálogo con el gobierno de Venezuela, bajo los principios de respeto a la soberanía y autodeterminación de los pueblos".
Los representantes de Unasur solicitaron, en consecuencia, la derogación del decreto promulgado por Obama el pasado 9 de marzo, en el que calificó al gobierno de Venezuela como una "amenaza inusual y extraordinaria" a la seguridad de su nación.
Por su parte, el ingeniero especialista en temas petroleros David Paravisini, indicó que el Estado sudamericano es propietario de la empresa Petroleum Corporation, más conocida como CITGO, una filial de refinación en Estados Unidos de Petróleos de Venezuela (Pdvsa).
Esta compañía garantiza el abastecimiento de cerca del 80% de la gasolina que se comercializa en la costa este del territorio estadounidense, a partir de la refinación de un millón de barriles diarios de crudo que envía Pdvsa a la nación del norte.
Paravisini expuso que por esa razón, a Washington "no le conviene aplicar este tipo de medidas restrictivas, pues ellos no tienen sustituto inmediato para suplir al petróleo venezolano".
El analista pronosticó que los precios de la gasolina, que se encuentran actualmente en US$0,71 el litro en Estados Unidos, se pueden disparar ante una eventual prohibición de la entrada de crudo venezolano a su territorio.
El entrevistado, sin embargo, no descarto ese escenario a pesar del "desequilibrio" que puede generar en la producción y consumo interno en esa nación de Amércia del Norte, repercusión que también puede tenerse en Venezuela.
Una acción de ese tipo puede afectar en lo inmediato y de manera considerable la economía del país sudamericano, donde alrededor del 96% de los ingresos de divisas provienen de la renta petrolera.
"Sería un momento para Venezuela de establecer un nuevo patrón económico y virarse hacia China y Rusia como principales importadores, pero eso puede tardar un tiempo", sostuvo.
Dijo que si ello acontece hipotéticamente, "atravesaríamos por momentos difíciles, pero yo creo que Venezuela no se hunde por eso, ni el pueblo venezolano ni el gobierno va a caer por eso".