Tras reunirse con el secretario adjunto para el Hemisferio Occidental de EE.UU, el canciller boliviano sostuvo que faltan pocos detalles para un nuevo acuerdo marco entre ambos países.
La Paz. Bolivia y Estados Unidos reanudaron este martes la negociación de un acuerdo para normalizar sus relaciones diplomáticas e intercambiar nuevos embajadores luego de casi dos años de distanciamiento.
El restablecimiento del diálogo, congelado desde noviembre del año pasado, fue aplaudido por el presidente Evo Morales, quien sin embargo reiteró sus críticas a una supuesta complicidad de Washington en polémicas decisiones judiciales que favorecieron a narcotraficantes locales.
El canciller boliviano, David Choquehuanca, dijo tras reunirse con el secretario adjunto para el Hemisferio Occidental del Gobierno norteamericano, Arturo Valenzuela, que la firma de un nuevo acuerdo marco todavía no tenía fecha pero dependía ya sólo de pocos detalles.
"Hay grandes avances, este acuerdo marco contempla el diálogo político, responsabilidad compartida en la lucha contra el narcotráfico, comercio y cooperación", declaró Choquehuanca en conferencia de prensa.
"Con la firma de este nuevo acuerdo vamos a empezar una nueva era", pronosticó el jefe diplomático del país considerado tercer productor mundial de coca y cocaína y gobernado por un estrecho aliado del "antiimperialista" venezolano Hugo Chávez.
Valenzuela, quien realizaba su primera visita oficial a La Paz, dijo en el mismo encuentro con periodistas que Estados Unidos compartía el interés boliviano en relaciones "de respeto mutuo para encarar temas de interés para ambos países".
"Estamos viendo cómo efectivamente se debe terminar de concretar el acuerdo entre los dos países (…) Estoy en Bolivia porque el presidente (Barack) Obama quiere que las relaciones entre Estados Unidos y Bolivia entren en una nueva etapa de cooperación y respeto mutuo", agregó.
Morales, quien continúa una política de nacionalizaciones en su segundo mandato iniciado en enero, expulsó en 2008 al embajador y a los agentes de la agencia antidrogas de Estados Unidos, acusándolos de apoyar supuestas acciones conspirativas de la oposición conservadora.
Estados Unidos replicó echando al embajador boliviano en Washington, aunque esto no afectó a algunos programas conjuntos como la cooperación norteamericana a la justicia boliviana, ahora cuestionada por Morales.
El presidente boliviano dijo este martes, por segundo día consecutivo, que Estados Unidos tenía responsabilidad en una supuesta corrupción judicial en favor de narcotraficantes porque los jueces y fiscales antidrogas del país altiplánico fueron capacitados y están en parte pagados por Washington.
"Demostramos cómo fiscales y jueces se van en caravana a capacitarse a Estados Unidos contra el narcotráfico y vuelven acá para liberar a narcotraficantes. Reciben sueldos de Estados Unidos, es una prueba clara", señaló, denunciando que esa cooperación era una forma de "control político".
"Pero no estoy diciendo que este señor que viene (Valenzuela) u Obama sean narcotraficantes. Una cosa es una persona y otra cosa el Estado, la negociación es de Estado a Estado", añadió Morales.
Sin embargo, remarcó que sus observaciones a la forma en que llega la ayuda estadounidense "no significa que vamos a romper relaciones".
"Como pueblo pequeño tenemos dignidad por más que seamos pobres", insistió.
Consultado sobre los comentarios de Morales, Valenzuela dijo en cambio que la cooperación antidrogas entre los dos países era "muy buena" y "transparente".