La NASA lleva años investigando materiales que reflejen la menor cantidad posible de luz. Para ello, encontrar el color negro más oscuro posible es clave
Hay personas que diferencian mejor los colores que otras. Se dice que las mujeres son capaces de distinguir más colores de la gama cromática que los hombres. Y hay una gran cantidad de discusiones en torno a las distintas escalas en las que poder medir el abanico de colores que vemos a diario en nuestras vidas. Sin embargo, parecía que había una regla inexpugnable: el negro era negro, sin más.
Pero no. Resulta que la NASA lleva casi diez años desarrollando un pigmento que es más oscuro que el color negro de toda la vida. En realidad no es tanto un nuevo color sino un material hecho de nanotubos de carbono de pared múltiple crecidos sobre titanio que absorbe hasta diez veces más luz que cualquier otro material conocido hasta el momento, incluyendo la pintura Z306 que emplea la NASA actualmente en sus equipos y naves, con lo que el color negro que presenta es mucho más intenso que el que hemos visto jamás.
Desde 2007, diez científicos del Goddard Space Flight Center, Maryland, están trabajando en este material de vanguardia. Este negro superponderado, como bien podríamos definirlo, puede absorber hasta el 99,5% de la luz que reciben, gracias que muy poca luz se refleja en la superficie de los nanotubos, ya que la mayoría de los rayos se ven absorbidos por los huecos minúsculos que hay entre tubo y tubo.
¿Para qué sirve este color negro tan negro? Más allá de la curiosidad y el interés científico por desarrollar nuevos elementos, lo que realmente se busca con este nuevo color negro negrísimo es desarrollar una nueva tecnología que permita recubrir ciertos elementos que se usan en el espacio para que reflejen menos luz y puedan, así, funcionar mejor.
En concreto, estamos hablando de los telescopios y cámaras que están actualmente en la Estación Espacial Internacional y en muchos satélites y robots teledirigidos en decenas de misiones. Y es que, las lentes de estos dispositivos son muy sensibles a la luz y cuando reciben demasiados fotones, la fotografía o visión se vuelve imposible. Otros aparatos de medición, como ciertos sensores, también ven alterados sus datos cuando reciben demasiada luz, con lo que este nuevo color permitirá que sus resultados sean mucho más fiables.
Además, y al igual que sucede con una cámara de fotografía tradicional, los científicos suelen abrir el obturador de sus máquinas lo máximo posible, con el objetivo de poder captar objetos a mucha distancia y que desprenden poca luz. En estos casos, este nuevo material permitirá eliminar toda la contaminación visual para que sólo percibamos lo que realmente queremos conocer.
Pero… hay otro color negro aún más negro. Sin embargo, este negro desarrollado por la NASA no es realmente el más oscuro del mundo. Ese peculiar galardón lo ostenta, desde 2008, el Rensselaer Polytechnic Institute, aunque en este caso el desarrollo del nuevo material no estaba tan orientado a su implantación real en el campo científico como en el caso de la NASA, en cuyo caso es menos oscuro pero más robusto.