El estudio observó los efectos de duplicar la cantidad de CO2 en la atmósfera, lo que se prevé ocurra en las próximas décadas a menos que las emisiones se reduzcan rápidamente.
Los aviones que vuelan entre Europa y América del Norte podrían pasar 2.000 horas más en el aire cada año debido a que el cambio climático provocará condiciones atmosféricas cambiantes, de acuerdo con un estudio publicado por la Universidad de Reading de Reino Unido.
El estudio observó los efectos de duplicar la cantidad de CO2 en la atmósfera, lo que se prevé ocurra en las próximas décadas a menos que las emisiones se reduzcan rápidamente.
Se prevé que las corrientes de vientos en chorro promedio, un viento a gran altitud que sopla del oeste hacia el este a través del Atlántico, a lo largo de la ruta de vuelo entre el aeropuerto Heathrow de Londres y el aeropuerto internacional John F. Kennedy de Nueva York, se volverán 15% más rápidas en el invierno, para incrementarse de 77 a 89 kilómetros por hora, con incrementos similares en otras temporadas, dice el estudio.
En consecuencia, habrá el doble de posibilidades de que los vuelos con destino a Nueva York se hagan en siete horas, lo que sugiere que los retrasos en los arribos se vuelvan cada vez más comunes. En tanto, también es doblemente posible que los vuelos con destino a Londres requieran cinco horas y 20 minutos, lo que implicaría que los tiempos de cruce récord ocurrirán con mayor frecuencia en el futuro.
"La mala noticia para los pasajeros es que los vuelos con destino al oeste enfrentarán vientos en contra más fuertes. La buena noticia es que los vuelos al este serán impulsados por vientos de popa más poderosos, pero no lo suficiente como para compensar los viajes al oeste más largos. El resultado neto es que los vuelos redondos se prolongarán significativamente", dijo el autor del estudio, el Dr. Paul Williams, un científico atmosférico de la Universidad de Reading.
Debido al tiempo extra que se pasará en el aire, los vuelos transatlánticos gastarán US$22 millones extra en combustible al año, y emitirán 70 millones de kilogramos de CO2 adicionales, el equivalente a las emisiones anuales de 7.100 casas británicas, dice el estudio.
Williams también dijo que "las corrientes en chorro rodean el globo y también existe una en el hemisferio sur. Es posible que los vuelos en otras partes del mundo también sufran un efecto de corrientes de chorro similares".