La semana pasada, el mandatario comunicó su decisión de revisar la decisión de no lanzarse a una nueva reelección debido a "los nubarrones" que, según dijo, acechan a la Revolución Ciudadana, como denomina a su estrategia de gobierno.
Quito. El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, que se ha planteado revisar su negativa a la reelección en 2017, recriminó a los opositores críticos a esa posibilidad y los desafió a que sea el pueblo en las urnas de votación el que ratifique o no la alternabilidad en el poder.
Correa, en su habitual informe de los sábados, aseguró que todavía no ha tomado una decisión definitiva sobre si se presentará a un nuevo mandato en 2017, pero censuró a políticos y periodistas opuestos a su gestión que han manifestado que "la alternabilidad (sucesión en el poder) es la base de la democracia".
Además, criticó a los opositores que defendieron la continuidad en el cargo del reelegido alcalde socialcristiano de la ciudad portuaria de Guayaquil, Jaime Nebot (en el cargo desde 2000), y los convocó a mantener una sola palabra.
"Y, por último, que la alternabilidad la decida el pueblo ecuatoriano en las urnas" y "no unos cuantos mediocres que quieren repartirse el poder", remarcó el mandatario.
Además, aseguró que la reelección indefinida está presente en países como España y Francia y dijo que incluso en Estados Unidos se mantiene esa opción para los cargos de senadores, congresistas y gobernadores.
La semana pasada, el mandatario dijo que era su deber comunicar que ha decidido revisar "la sincera decisión" de no lanzarse a una nueva reelección debido a "los nubarrones" que, según dijo, acechan a la Revolución Ciudadana, como denomina a su estrategia de gobierno.
La Constitución de Ecuador sólo permite la reelección presidencial por una sola vez y optar por un nuevo periodo tras pasar un periodo fuera del poder, por lo que la eventual reelección planteada por Correa exigiría una nueva reforma de la Carta Magna, aprobada en 2008.
Correa ya alcanzó esa reelección permitida constitucionalmente en febrero de 2013, cuando triunfó en unos comicios en los que también logró el control del Legislativo, pues obtuvo 100 de los 134 escaños de la Asamblea Nacional.
"Es mi deber revisar la sincera decisión de no lanzarme a la reelección porque tengo la responsabilidad de garantizar que este proceso sea irreversible", insistió entonces el gobernante al precisar que ello no supone, necesariamente, que vaya a presentarse en 2017.
Correa hizo ese anuncio al evaluar los resultados de las elecciones locales efectuadas el pasado 23 de febrero, en el que el oficialismo perdió las alcaldías de Quito y Cuenca y no pudo arrebatar la de Guayaquil a Nebot.