La plataforma de Gestión Plural de la Sustentabilidad Cultural, que cuenta con el auspicio de la Unesco, se lanza con un contenido de 3.000 fuentes de financiación en todos los países de Latinoamérica y el Caribe.
Un grupo de argentinos creó un "GPS" en internet que permite encontrar fácilmente oportunidades de financiación a la cultura en Latinoamérica, una región rica en iniciativas pero donde los recursos para el sector no abundan y muchas veces son difíciles de obtener y gestionar.
La iniciativa, que será presentada en sociedad este lunes en Buenos Aires, permitió desarrollar un mapa interactivo que permite explorar y hallar ofertas de recursos de parte de entidades públicas y privadas para el desarrollo de proyectos en el sector cultural.
La plataforma de Gestión Plural de la Sustentabilidad Cultural (GPS Cultural, www.gpscultural.com), que cuenta con el auspicio de la Unesco, se lanza con un contenido de 3.000 fuentes de financiación en todos los países de Latinoamérica y el Caribe, pero el objetivo es que la oferta visible crezca con la colaboración de los usuarios.
"Es una herramienta gratuita, de acceso libre y hecha a partir de código abierto. Buscamos contribuir a la democratización de la información y a la mejora en los procesos de gestión de los proyectos culturales", dijo a Efe Bruno Maccari, codirector de la consultora EME Desarrollos Culturales, desarrolladora del "GPS".
Al acceder al mapa, el internauta podrá navegar libremente buscando, en diferentes puntos de la región, las ofertas de financiación, o bien podrá realizar búsquedas específicas con filtros por localización, tipo de disciplina y de organización que ofrece recursos.
"Se trata de información que ya existe pero que hasta ahora estaba disgregada. En la medida en que esta información se comparta, el sector cultural se volverá más sólido", señaló a Efe Graciana Maro, codirectora de EME.
Aquellos usuarios que se registren en el sitio podrán además participar del proyecto como colaboradores, añadiendo las fuentes de financiación de las que tomen conocimiento y que aún no hayan sido incluidas en el mapa.
Las disciplinas contempladas en el mapa son diversas, desde artes escénicas, música, audiovisual, artes visuales, letras y editorial, hasta patrimonio, software y tecnología, y diseño, entre otras.
Uno de los logros del proyecto es haber obtenido un mapa representativo desde el punto de vista territorial, con puntos en todos los países, incluso aquellos que podrían considerarse fuera del "radar", como Haití, y ofertas de financiación que no solo se limitan a las capitales sino a ciudades del interior, incluso pequeñas.
En Sudamérica, la producción cultural tiene un peso variable en el PIB de cada país, que va desde 3,1% en Argentina a 1% en Ecuador, según datos del Sistema de Información Cultural del Mercosur correspondientes a 2010.
Los presupuestos públicos que se destinan al sector también son muy variables, aunque los porcentajes sobre el gasto total no superan el 1,3%.
"La cultura nunca fue protagonista en ningún tipo de política de fomento al desarrollo en Latinoamérica. Los presupuestos que se destinan a las áreas de cultura dentro de los Estados son mínimos. Aún así los Estados han ido considerando en los últimos años la importancia estratégica de fomentar la cultura, aunque eso es incipiente", sostuvo Maro.
Pese a ello, según Maccari, en el sector cultural "por lo general se sigue concibiendo al Estado como única fuente de financiación posible".
"El gestor cultural suele conformarse con pequeñas ayudas públicas, en vez de ver su proyecto en términos más ambiciosos y acudir a las distintas fuentes de recursos disponibles, no solo el sector público, sino articulando con otros actores, además de los fondos propios", señaló.
En este sentido, el mapa ayuda a visualizar un esquema más diverso de recursos posibles, incorporando no solo las líneas de apoyo generadas a nivel público, sino también aquellas provenientes de empresas, instituciones sin fines de lucro, "mecenas" particulares y hasta el denominado "crowdfunding", plataformas de financiación participativas.
"Hay muchas más fuentes de recursos y mucho más dinero destinado a la cultura de lo que se suele pensar. Es importante superar la incapacidad de proyectar estrategias más sustentables. El sector debe aprender a pensar los proyectos en clave económica, pensar desde un inicio cuál es la necesidad de recursos para una iniciativa y cuál será la estrategia para conseguirlos", planteó Maccari.