Thomas Mann fue distinguido con el Premio Nobel de Literatura, sus hijos fueron talentos excepcionales: hasta hoy día la familia Mann provoca fascinación. Tilmann Lahme le dedicó una biografía a esta familia.
-Hace 60 años, en agosto de 1955, murió Thomas Mann, Premio Nobel de Literatura y patriarca de la famosa familia de artistas. ¿Por qué sigue acaparando nuestra atención la familia Mann?
-Thomas Mann fue uno de los grandes genios del siglo XX, algunos dicen que incluso es el mayor escritor alemán de prosa desde Goethe. Pero comparado con otras impresionantes personalidades, no solo él, sino toda su talentosa familia provocan fascinación.
-Su biografía está centrada en Thomas y Katia Mann, así como en sus seis hijos. ¿Qué une a los hermanos Mann?
-La vida de los seis hermanos giró en torno a su padre, dependían de él, también en el sentido económico. Klaus Mann, por ejemplo, fue muy talentoso y hubiera podido independizarse, pero no logró separarse del padre. Solamente la hija más joven, Elisabeth, logró llevar una vida apartada de la familia.
-¿Los hijos de Thomas Mann sobresalen por su talento artístico o por el nombre que heredaron de su padre?
-Todos los hijos de personalidades famosas tienen ese problema. Cuando les abrieron las puertas a los hijos Mann, ya sea en Berlín o más tarde en la alta sociedad en Nueva York o Los Ángeles, todos se preguntaban si era porque Klaus Mann era un joven tan carismático o porque la gente quería hablar con el hijo de Thomas Mann. Para ellos fue un enorme esfuerzo que los tomaran en cuenta por sus propios méritos.
-Los Mann tenían una actitud muy liberal, por ejemplo, hacia la homosexualidad. ¿Se adelantaron a su tiempo?
-Desde luego que sí. La familia fue muy liberal. A lo mejor hoy día ya no nos parece tan fuera de lo común que a Klaus y Golo Mann les gustaran los hombres y a su hermana Erika las mujeres. Pero, en aquel entonces, sí fue algo fuera de lo normal.
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-A diferencia de muchos intelectuales de la República de Weimar, la familia Mann reconoció muy temprano el peligro que representaba Hitler. ¿A qué se debió esto?
-Quizá tenga que ver con una cierta actitud frente a la vida, ya que apostaron por la individualidad en lugar de un sentimiento nacionalista. Klaus Mann fue atacado por la prensa de derecha antes de adoptar una postura política, simplemente porque escribía sobre drogas, homosexualidad y soledad, sobre la decadencia y las depresiones. Thomas Mann fue uno de los pocos intelectuales alemanes que en la República de Weimar se posicionaron claramente contra los nacionalsocialistas. Por ello, en 1933, la familia reconoció que se tenía que ir de Alemania.
-Primero emigraron a Suiza, después a Francia y finalmente a EE. UU. ¿Qué significó la emigración para la familia?
-No tuvieron problemas financieros. Se llevaron la mitad del dinero del Premio Nobel al extranjero, además contaban con los ingresos por la venta de sus libros, incluso el suegro de Thomas Mann les transfirió dinero desde Múnich. Sin embargo, la separación de la patria, del público alemán y del hogar fue lo que quebró a Thomas Mann. La familia estaba convencida de que luchaba por una buena causa y que pronto iba a poder regresar del exilio. No obstante, este duró 12 años y de regreso en Alemania primero fueron tachados sobre todo de traidores a la patria. Esa fue una experiencia muy dura y triste. Por otro lado, el exilio también unió a la familia.
-¿Es Thomas Mann el mayor representante de la cultura alemana en el extranjero?
-El crítico literario Marcel Reich-Ranicki dijo en una ocasión: “Hitler fue una pesadilla para Alemania, Thomas Mann, en cambio, fue una bendición”. Así es como muchos lo siguen viendo. Y espero que en muchas partes del mundo sigan leyendo sus obras.