El mandatario ecuatoriano relativizó su asistencia a la Cumbre de las Américas a celebrarse en Colombia y explicó que uno de los problemas es la exclusión de Cuba en la cumbre de jefes de Estado.
“Sí tendremos que analizar si asistimos, seguimos asistiendo, a esa clase de Cumbres donde no se tratan y se busca resolver los problemas fundamentales de nuestra América si no tan solo hacer y decir lo políticamente correcto, en función del establishment (el sistema establecido), para eso no nos vamos a prestar”.
Esta fue la respuesta del presidente ecuatoriano, Rafael Correa, respecto a la asistencia del país sudamericano a la Cumbre de las Américas que se realizará en Cartagena, Colombia.
El mandatario ecuatoriano, quien fue critico con este tipo de eventos, no confirmó ni descartó su presencia en la reunión que se realizará el 14 y 15 de abril.
Explicó que uno de los problemas es la exclusión de Cuba en la cumbre de jefes de Estado interamericanos, debido al bloqueo y boicot que mantiene Estados Unidos contra Cuba y la “inadmisible” colonización de Inglaterra en las islas Malvinas, en las costas argentinas, pero a 15 mil kilómetros de Londres.
“Que a estas alturas de la historia de la humanidad, a este nivel de integración Latinoamericana, aceptemos el bloqueo de un país por parte de otro, me parece escandaloso, por decir lo menos”, puntualizó.
Además, agregó, “sinceramente y sin el ánimo de ofender a mis colegas americanos y menos aún al presidente (de Colombia) Juan Manuel Santos como anfitrión de esta cumbre, sí tenemos miedo de que nuestros pueblos se cansen que sus presidentes estén en cumbres y ellos en tantos abismos”.
“Con todo respeto, pero es la verdad, son cumbres con frases clichés, lugares comunes, loas a la democracia –la democracia formal: votar cada cierto tiempo, no la democracia real que significa justicia-(…), pero no se tratan los problemas fundamentales, ineludibles, impostergables de nuestra América”, subrayó.