El Parlamento alemán ha aprobado una ley para combatir el dopaje que contempla castigar con hasta tres años de cárcel a los deportistas que ganen competiciones gracias al uso de sustancias ilícitas.
Fue espinoso el camino de la ley contra el dopaje hasta su aprobación, este viernes, en el Parlamento alemán. De hecho, la nueva normativa que regirá a partir del primero de enero de 2016 -una vez reciba el visto bueno del Consejo de los estados federados-, solo contó con los votos de los partidos de gobierno (Unión Demócrata Cristiana, Unión Social Cristiana y el Partido Socialdemócrata de Alemania).
Mientras el partido Los Verdes votó contra el proyecto, y la izquierda se abstuvo, la Federación Olímpica Alemana, apoyada por los deportistas de alto rendimiento del país, expresó sus reservas ante una ley que el ministro de Justicia Heiko Maas consideró como “una herramienta con la que se podrá luchar contra los tramposos, los marrulleros y los mentirosos” para que el deporte “sea más limpio, transparente y honesto". Algo similar dijo su colega Thomas de Maizière, ministro del Interior: “Con esta ley no solo vamos a intimidar a los que están tentados a doparse, sino que también vamos a descubrir las estructuras criminales que contaminan el deporte”.
Las ventajas se castigarán. En la ley alemana contra el dopaje se ha estipulado que solamente se castigará a los deportistas que mediante el uso de sustancias ilícitas obtengan ventajas que les sirvan para obtener triunfos o posiciones de vanguardia en las competiciones en las que participen.
Aunque el castigo podría llevar a los deportistas hasta por tres años a la cárcel, solo se encontrarán responsables a quienes se beneficien del dopaje. La mera posesión de sustancias ilegales no se sancionará si no se puede comprobar su utilización pare elevar el rendimiento de los atletas, así como tampoco habrá penalización para quienes las entreguen antes de hacer uso de ellas.
Pero no solo a los deportistas les caerá todo el peso de la ley. También a todas aquellas personas que apoyen la estructura de un sistema de dopaje se les castigará de forma ejemplar con hasta diez años de prisión, la máxima pena contemplada y que aplica en aquellas situaciones en las que las sustancias ilegales se distribuyan entre atletas juveniles menores de edad.
Ejemplo internacional. Con la ley aprobada este viernes, Alemania se pone a la altura de Nueva Zelanda, Australia, España, Italia, Austria y Francia, países donde el dopaje ha sido ya considerado como una actividad criminal. Además, el paso dado por el Bundestag ha servido de ejemplo al Reino Unido, que ha venido haciéndole un cercano seguimiento a la iniciativa legislativa de los alemanes.
De otro lado, según expresó el ministro de Justicia de Alemania, la ley contra el dopaje es una herramienta que debe apoyar las aspiraciones y fortalecer las opciones de Hamburgo, de convertirse en la sede de los Juegos Olímpicos de 2024. “Ahora hay una razón más a favor para que nos concedan la realización del evento”, dijo Maas.
Adicionalmente, en momentos en los que el mundo debate sobre Rusia y la presunta existencia de un sistemático dopaje de sus atletas bajo la mirada complaciente del gobierno, el ministro del Interior sostuvo que “con la nueva ley Alemania se posiciona claramente frente al tema y puede servirle de ejemplo a otros países, lo cual nos complacería”. La ley contra el dopaje alemana tendrá vigencia hasta 2020, cuando será sometida a una revisión y actualización, en caso de considerarse pertinente.