Los ejercicios están destinados a tranquilizar a los británicos y los visitantes extranjeros respecto de que se está haciendo todo lo que sea posible en cuanto a seguridad durante los Juegos.
Londres. Aviones de combate se trasladaron el miércoles a una base en el noroeste de Londres, la primera vez que aeronaves de este tipo están en la capital inglesa desde la Segunda Guerra Mundial, en el inicio de una semana de ejercicios militares para probar la seguridad antes de los Juegos Olímpicos que se inician en julio.
Los ejercicios están destinados a tranquilizar a los británicos y los visitantes extranjeros respecto de que se está haciendo todo lo que sea posible en cuanto a seguridad durante los Juegos.
Los jefes militares insisten en que las maniobras, que se extenderán hasta el 10 de mayo, son medidas necesarias de contingencia para lo que será la operación de seguridad más grande de Gran Bretaña en tiempos de paz.
Sin embargo, algunos han calificado las operaciones, que incluyen un plan para colocar misiles tierra-aire en una zona residencial al lado del Parque Olímpico en el este de Londres, como una locura.
"Nuevamente ha habido una reacción exagerada, que de hecho va a poner a las personas comunes en mayor riesgo que cualquier ataque externo extremadamente improbable", dijo una carta publicada en el periódico de izquierda The Guardian.
Manifestantes anti-bélicos han acusado al Ministerio de Defensa de crear un clima de terror.
Aviones Typhoon, emplazados en la base de la Real Fuerza Aérea de Northolt, ubicada al noroeste de Londres, sobrevolarán la capital inglesa y los pilotos pondrán a prueba los procedimientos para interceptar cualquier aeronave que viole el espacio aéreo restringido para los Juegos.
El mayor helicóptero transportador británico, el HMS Ocean, patrullará el río Támesis, mientras que el buque de guerra HMS Bulwark, será llevado a Weymouth, en la costa sur, donde se realizarán las competiciones de vela. Los aviones de combate Typhoon estarán acompañados por aeronaves Puma, helicópteros Lynx con francotiradores en su interior y aviones de vigilancia.
Después de respaldar la invasión de Estados Unidos en Irak, y con las tropas británicas en Afganistán, Gran Bretaña sigue siendo un objetivo de terroristas. Los atentados perpetrados en Londres en el 2005 a su sistema de transporte dejaron un saldo de 52 muertos.
Sin embargo, las estrictas medidas de seguridad corren el riesgo de reducir la popularidad de los Juegos entre los londinenses.
Muchos temen que la red de transporte no será capaz de hacer frente a los pasajeros adicionales que se espera lleguen a Londres durante los Juegos que comienzan el 27 de julio.
"Puedes mezclar todos los aviones de combate que te gusten, pero la gente seguirá atrapada en las pistas", dijo Bob Crow, secretario general del sindicato RMT.
Muchos londinenses creen que las vías serán reservadas para autoridades o deportistas, mientras que el resto de los ciudadanos se verán en medio de congestiones vehiculares en calles estrechas.
El costo de las maniobras militares que comenzaron el miércoles está dentro de los 1.600 millones de dólares del presupuesto de seguridad para los Juegos, dijo el Ministerio de Defensa sin dar un desglose más detallado.
Alrededor de 13.500 soldados ayudarán a la policía durante los Juegos, más que las 9.500 tropas británicas que sirven en Afganistán.