Romario, un delantero que llevó a Brasil a ganar el Mundial de 1994, lidera una nueva investigación en el Congreso sobre los acuerdos de patrocinio, a raíz de unas acusaciones de corrupción que han sacudido al mundo del fútbol.
Sao Paulo / Brasilia. Nike Inc y otras grandes empresas internacionales enfrentan una investigación parlamentaria en Brasil por su papel en el fútbol local, luego de que un ex astro de este deporte que actualmente es senador se comprometiera a exponer lo que describió como contratos de marketing sospechosos.
Romario, un delantero que llevó a Brasil a ganar el Mundial de 1994, lidera una nueva investigación en el Congreso sobre los acuerdos de patrocinio, a raíz de unas acusaciones de corrupción que han sacudido al mundo del fútbol.
Tres brasileños figuran en la acusación presentada por autoridades judiciales estadounidenses, entre ellos un ex presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF).
Ni Romario ni los fiscales brasileños han denunciado que Nike hiciera algo ilegal, pese a que el contrato de US$160 millones de la compañía para patrocinar a la selección de Brasil en 1996 fue ligado al pagos de sobornos en la acusación estadounidense publicada la semana pasada.
Nike no fue nombrada en la acusación, pero sólo hay una empresa que calza con la descripción de los fiscales.
En un comunicado emitido la semana pasada, el fabricante de indumentaria deportiva señaló que las acusaciones no sostienen que participó en una conducta delictiva o que sus empleados estuvieran involucrados o tuvieran conocimiento de sobornos.
Romario, la principal voz en Brasil para que se lleve a cabo una reforma en el fútbol, dice que quiere investigar estos acuerdos de patrocinio para ver si fueron utilizados para canalizar dinero a funcionarios y ejercer influencia indebida en el deporte más popular del país.
La comisión, que comenzará a sesionar la próxima semana, tendrá la facultad de citar a testigos, obtener registros bancarios y contratos privados, pero no puede emitir órdenes de detención o de búsqueda.
Entre las empresas cuyos contratos de auspicio con la selección brasileña han sido objeto de escrutinio en los últimos años están la aerolínea TAM, la rama brasileña del gigante regional Latam Airlines Group, y Ambev SA, filial de Anheuser-Busch InBev.
"Estas marcas van a estar al frente y al centro de la investigación (...) No van a poder permanecer en silencio", dijo Fernando Ferreira, director de la firma de marketing deportivo Plurinacional.
"La gente está harta y quiere saber lo que están haciendo los auspiciadores con el poder de sus chequeras para exigir cambios en el deporte", agregó.
Los auspiciadores en Brasil se han mostrado renuentes a abordar públicamente las preocupaciones sobre corrupción, haciendo hincapié en su apoyo a la selección nacional en lugar de la CBF.
Un abogado con experiencia en casos de corrupción dijo que el estatus de la CBF como una entidad privada implica que una firma no puede ser acusada de brindarle sobornos.
"En el peor de los casos, el problema será el daño a la imagen (de la empresa)", sostuvo el abogado, quien pidió no ser identificado.