El recién reelecto presidente de la institución anunció que habrá un congreso extraordinario para buscar a su reemplazante.

Apenas cuatro días después de ser reelecto, y seis días desde que la Fiscalía de Estados Unidos abriera una causa contra altos funcionarios de la FIFA por casos de corrupción, este martes el presidente de la federación de fútbol, el suizo Joseph Blatter, anunció en una concurrida rueda de prensa su renuncia al cargo y la convocatoria a un congreso extraordinario para elegir a su sucesor.

“La FIFA ha sido mi vida. Para mí lo importante es la FIFA y el fútbol en todo el mundo. Se va a convocar a un congreso extraordinario para elegir a mi sucesor lo más rápido posible”, dijo en Zúrich el dirigente, de 79 años, 17 de los cuales ha estado al frente de la institución. “A pesar de haber sido apoyado en las elecciones, ese apoyo no lo comparten todos. Por eso pongo mi renuncia a disposición. Tomo esta decisión de renunciar para limpiar la imagen de la FIFA. La FIFA necesita una profunda reestructuración”, aseguró.

En las elecciones, Blatter derrotó a su único contendor, el príncipe jordano Ali bin al Hussein, en primera ronda por 133 votos contra 73. Si bien esa cantidad de votos no era suficiente para quedarse con el triunfo y se convocó a una segunda ronda, Al Hussein se retiró de las elecciones, permitiendo que el suizo se mantuviera en el poder. Esto, pese a llamados a que presentara su renuncia, incluso de jefes de gobierno como el premier británico David Cameron.

Elecciones en varios meses más. Por si quedaban dudas, Blatter confirmó que él no se presentará en esa nueva elección. “No voy a seguir. Voy a estar libre de las restricciones de una elección. Voy a estar en una posición para enfocarme en reformas profundas. Por muchos años hemos llamado a reformas, pero no han sido suficientes”. El congreso será convocado en una fecha por determinar entre diciembre de 2015 y marzo de 2016.

Autoridades de Estados Unidos acusaron de corrupción la semana pasada a varios destacados dirigentes de la FIFA y ejecutivos corporativos, en su mayoría latinoamericanos, mientras que Suiza investiga por separado el proceso por el que se eligió a Rusia y Qatar como sedes de los Mundiales de 2018 y 2022. Las investigaciones suizas incluyen estudiar si los procesos de adjudicación a Rusia y Qatar fueron fraudulentos.

La FIFA ha sido salpicada por escándalos de corrupción por décadas, pero ha logrado que la mayor parte de las investigaciones sean internas y no lleguen a las cortes criminales.